Si fueras tan amable

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-¿Y qué si no recuerdo?, Ja, ¿Te crees que porque no lo hago ahora nunca lo haré? - preguntó casi sin aire y un toque de indignación.
-Jajajaja pero mi dulce niño, ¿Para qué?, Deja quieto lo que está quieto, es mejor así, y no lo digo yo, sino tú cerebro.
-Severa mierda.

Justo cuando planea correr de nuevo Armando lo agarra y lo abraza con prisa y fuerza, mientras le dice al oído suavemente, "Ya, ya basta de correr, mejor hablemos que estás mal y de paso yo también"

-Siento que no puedo quedarme aquí aunque quisiera y la verdad (tragó en seco) prefiero dejar esta charla hasta aquí y no verte más hoy.

Se soltó y se fue caminando.

-Tú siempre tienes que venir de interesante y cagar todo.
-No no, a mi no me vas a culpar de nada, apareció frente a mi de repente, fue como, como el destino _dijo divertida Karla_ igual, qué más te da, si no estudia acá.

Se hizo un gran silencio, a lo que Karla abrió sus ojos como platos y se puso en frente de Armando, que no había dejado de mirar hacia la dirección en qué se fue Camilo.

-Júralo, ¿Va a entrar aquí?.
-Es el plan.
-¿De quién?
-Sé ambos.
-Querrás decir tuyo.
-Quiero decir de ambos, deja de poner palabras en mi boca, la apartó y se fue en la misma dirección que Camilo.
-Yo no iría si de verdad me preocupara por él como dices que lo haces, va a terminar de enloquecer si lo sigues.

Armando se detuvo y se quedó mirando un punto fijo en el suelo "no puede volver a pasar" se repetía una y mil veces en su cabeza, Karla se fue dejándolo en medio de la entrada, pasados unos minutos volvió en sí " debo ir a clase", ese día no volvieron hablar.

-Ya con Camilo-

Creo que ya es hora de admitir que necesito un psicólogo, si la gente no me viera como un alien cuando hablo de eso creo que hace mucho ya lo hubiera hecho, no puedo manejar estás miserables ganas de vomitar y este frío que me come los huesos, no puedo dejar de llorar, pero todavía no entiendo por qué, no recuerdo haber fumado antes y ya llevo media caja, se van como agua entre mis dedos y no me he ahogado con el humo ni una vez, ¿Será suerte de principiante?, Bueno yo que sé, al caso es que me quiero morir ya, a ver si termino con esto, que sensación más horrible siento recorrer mi cuerpo, me recuerda las salidas familiares a la cabaña de mis papás pero no entiendo por qué, si no fuimos más de unas tres veces ahí, creo, ¿Será porque Armando siempre fue con nosotros? Maldita Karla, siempre me ha generado esa inseguridad que me pone a temblar las piernas, necesito salir de aquí, pero tengo tanto miedo.

-Perdona, llevo un tiempo aquí sentada y veo que estás bastante mal, ¿quisieras hablar con alguien?

Una mujer de voz dulce y preocupada con unos preciosos ojos oscuros, un cabello ondulado color almendra, todo despeinado por la brisa me habló, no lo pensé y me tiré en sus brazos a llorar, ella no dijo nada, sólo me abrazó con fuerza, nunca me sentí tan... protegido.

-Perdona yo, yo no suelo hacer estas cosas_dijo Camilo secando las lágrimas de su rostro con cierta vergüenza_ perdona ponerte en una situación tan incómoda.
-Pero si yo llegué de la nada, en verdad que esperaba que me alejaras, pero me alegra que me recibieras.
-Jajajaja, el alegre soy yo, te agradezco que llegaras, me hubiera quedado clavado en esta silla para siempre si no me ayudabas.
-Me llamo Sandra, estudio odontología _dijo estirando la mano.
-Vaya, no puedo creer que estés estudiando odontología, siempre he querido saber qué motiva a la gente a ser odontólogo, digo, que asquito tener las manos y la cara en la boca de otros.
-Jajajaja, eso me han dicho muchos, bueno pues, no sé, me gustan los dientes bonitos.

Camilo notó la mano estirada y reaccionó lo más rápido que pudo, se estiró tan precipitadamente a tomarla que se fue de lado.

-Mierda, mierda perdón, te juro que no siempre soy un desastre, es más, casi nunca lo soy jaja, me llamo Camilo_y estrechó su mano mientras le dedicaba una sonrisa.
-Lindo nombre.
-Lo mismo digo, em, Sandra, sé que ya has hecho mucho por mi hoy pero, ¿Me llevas a la salida por favor? Es mi primera vez acá y no sé cómo terminé aquí.
-Pues claro hombre, el problema es que esta no es mi facultad, así que puede que nos demoremos un poco en encontrar la salida_dijo un poco apenada.
-No importa, seguro será mucho menos de lo que me tomaría a mi, puedo saber, ¿Qué te trajo acá hoy?

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2020 ⏰

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