Me puse un sencillo pero elegante vestido por que mi madre me lo pidio, mi madre se veia hermosa con un vestido azul electrico liso y con escote, ella siempre fue una hermosa mujer, piel palida ojos color miel y un cabello largo oscuro y lacio, siempre ame peinarla.
-Bueno sara, vamos al auto y nos dirigiremos a ese lugar.-Me dijo con una enorme, hermosa y perfecta sonrisa, la veia muy feliz el día de hoy.
-¿A donde iremos?-Le dije mientras subiamos al carro.
-Ya te lo dije sarita, es sorpresa.-Prendió el auto y nos fuimos, me quede dormida por unos minutos pero cuando desperte podia ver la hermosa noche con tantas estrellas, amo la noche.
Llegamos a un lugar muy grande levante la vista y pude ver dos enormes carteles con un piano, ah el piano su sonido siempre me tranquilizaba, entramos al lugar y habia muchas sillas y luces. En el escenario había un enorme piano, era de un color negro brillante, hermoso y pude ver a un niño, de mi edad sentado frente al majestuoso piano.
-Presentamos a Bryan Kembrit, tocara una canción dedicada a sus padres que el mismo creo.
No podía creerlo los sonidos que salian de ese piano, no solo eran sonidos, eran sentimientos. Desde ese entonces, quise conocerlo, quería conocerlo, tengo que conocerlo.
-Mamá, ¿Quién es ese niño?.-No podía dejar de mirarlo, su música me tenia atrapada.
-Oh ya veo que te interesa, es el hijo de unos amigos de nuestra calle.-Podia sentir la felicidad de mi madre al verme tan facinada en algo, ya que nunca me habia pasado, solo con los videojuegos.
-Sí es de nuestra calle, ¿Por qué nunca lo había visto?.-Vi como se detenia y se levantaba para dar una reverencia e irse.
Todos se levantaron, otros quedaron atónitos, no sabían como reaccionar al ver un niño de 5 años tocar de esa manera el piano.
-Mamá.
-¿Hmm? ¿Qué pasa linda?.-Estabamos caminando a la salida.
-Quiero aprender a tocar el violín.-La cara de mi madre se ilumino.
-Oh, ya veo, pero... ¿Por qué el violín?.
-Creo que no soy lo suficiente capas de aprender a tocar el piano, sin embargo eh visto personas tocar el violín, me gusta, pero no lo hacen de la misma manera que ese niño, quiero aprender, y poder hacer cada nota un sentiemiento.-Mi madre me miro perpleja ante las palabras que le habia mencionado en ese entonces.
-Mañana iremos a comprarte un violín y a inscribirte en una clase, ¿Está bien?.-Mi madre me dijo con una felicidad enorme.
-Sí mamá, esperare con ansias.