Capítulo 1

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A ustedes también les pasa, qué el primer día es el más duro y difícil de todos, bueno a mi me pasa siempre, por alguna razón mística mi despertador no había sonado y ya no tenia tiempo de arreglarme como cualquier ser humano decente para poder ir a la universidad y no espantar a todos los estudiantes y profesores.

Por otro lado mis hermanos estaban más que listos para su primer día, bien bañados, bien vestidos y ya desayunando. Eso significaba que a la lista y vaga de Emma, o sea a mi, me tocaba desayunar una manzana.

- Ya es tarde Em- dijo Alex, poniendo una tostada del color del mismísimo carbón sobre el plato de Chad.

-Lo sé, mi despertador no sonó, y tu te olvidaste de hablarme- dije pasando apurada tratando de recordar donde había puesto la maldita mochila.

-A mi me despertó con un almohadonaso en la cara- dijo Chad, tomando de una punta la tostada quemada que mi otro hermano había puesto minutos antes sobre su plato y mirándola con odio.

-No la veas así, si no la quieres no la comas- dijo dirigiéndose a Chad- Lo sé Em, lo olvidé, priorice al mayor de nosotros- dijo apuntando con la cabeza a Chad- primero los osos y luego las damas- dijo riendo y lanzándome mi desayuno, la manzana.

Comenzamos a reír, para luego por fin tomar la decisión de apurarnos y salir del departamento.

[...]

Una vez ya en el auto...

Y ustedes se preguntaran, si son huérfanos, de donde pueden tener un auto y un departamento, pues les explico, era de nuestros padres, y ahora de nosotros, éramos una especie de Harry Potter, ellos estaban muertos pero habían pasado su vida entera ahorrando y eso quedo para nosotros, en fin, Chad y Alex manejaban, y yo no porque según ellos era un peligro absoluto en las calles.

Chad iba manejando y Alex iba a su lado poniendo música, mientras los tres bailábamos en los asientos y la gente que iba en los otros autos solo nos miraba y sonreía.

Minutos después, ahí estábamos, en la boca del lobo, en el enorme estacionamiento de la universidad.

Al bajarnos del auto, fue como si todos estuvieran viendo aliens, no se si solo éramos nosotros un grupo con muchos de primer año con caras  de horror y una rubia de año avanzado enseñándoles el campus, recorrido que me perdí por quedarme dormida.

Los tres comenzamos a caminar hacia donde un cartel anunciaba que se encontraba el rector de toda esta universidad, porque ninguno sabia donde era cada edificio, ni las materias que cursaríamos.

Alex y yo estábamos muy nerviosos, pero Chad, él amaba ser el centro de atención. Ya estaba coqueteando y guiñándole el ojo a toda chica que se cruzaba en su camino.

Treinta minutos después del gran acto de bienvenida el director llamo a todos los ingresantes y a los de años avanzados pero nuevos. Mis hermanos y un par de chicos más, que eran mayores, se quedaron mientras cada encargado se llevaba a su grupo de principiantes.

Mi grupo de ingresantes fue casi el ultimo, por si se preguntan qué carrera había elegido, pues quería ayudar personas, así que nada mas ni nada menos que medicina. Mientras el rector decía por decima vez las normas, una chica se acerco corriendo hacia donde estaba el reducido grupo de futuros médicos dirigiéndose a mi persona

-¡Por dios!, mi primer día y me quedé dormida, ¿Me perdí de algo?- dijo con sus manos en sus rodillas, tratando de recuperar el aliento.

-Solo de las normas, pero fuera de eso nada realmente importante-respondí- Hay que esperar a que el Sr.Adams nos diga donde es el edificio y nos den los horarios.

Herencia de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora