Capítulo 16

559 76 1
                                    

—Chicos, es hora de la comi... —el hijo de Hades no pudo terrina la frase, pues algo había captado su atención.

El de ojos verdes reaccionó tarde, no pudo ocultar la caja, cuando se dio cuenta Nico ya le estaba quitando la caja de las manos, hacia reaccionado de forma muy rápida.

—¿Entraste a la cabaña tres? —Nico miro a Percy de forma seria, el de ojos verdes se puso nervioso ante la mirada, su papá Nico estaba enojado.

—Yo... Si, se que hice mal y que no debí quedarme con esa caja, pero es que por alguna razón la siento tan familiar —soltó un suspiro, mirando a su papá.

Nico sabía la razón de eso, sabía que los recuerdos de su vida pasada estaban volviendo, aún más estando en el campamento, donde la mayoría de sus recuerdos pasados vivían.

—Tienes prohibido entrar a esa cabaña de nuevo y está caja me la llevare —no quería ser cruel, pero tenía que hacerlo si quería que no le pasara nada.

—Papá...

—Nada.

Después de eso salió con la caja en sus manos salió de la cabaña, dejando a Percy allí confundido.

El de ojos verdes soltó un suspiro, quería entender la razón de que su padre estuviera de esa forma, pero no sabía como, soltó un suspiro, tomo la mano de Jason y se dirigieron al pabellón.

La mirada de Percy se detuvo en un punto en especifico, el suelo del pabellón, no parecía tener nada en especial, pero de la nada un recuerdo volvió a su mente.

Prometiste que la protegerías.

Nico, lo intenté. Pero Bianca se sacrificó para salvarnos a los demás. Le dije que no lo hiciera. Pero ella…

—¡Me lo prometiste! No debería haber confiado en ti. —La voz se le quebró—. Me mentiste. ¡Mis pesadillas eran ciertas!

—¿Qué pesadillas?

Arrojó la pequeña figura.

—¡Te odio!

—Tal vez esté viva. No estoy seguro…

—¡Está muerta! —Cerró los ojos. Todo el cuerpo le temblaba de rabia—. Debería haberlo adivinado. Está en los campos de Asfódelos ahora mismo, de pie ante los jueces. Puedo sentirlo.

—¿Qué significa que puedes sentirlo?

Giro en redondo y se encontró frente a cuatro guerreros-esqueleto.

—¡Pretendes matarme! —chilló Nico—. ¿Tú has traído… estas cosas?

—¡No! Quiero decir… sí, me han seguido, pero no… ¡Corre, Nico! No es posible destruirlos.

—¡No me fío de ti!

El primer esqueleto se lanzó a la carga.

—¡Corre, Nico! —grité—. Ve a pedir ayuda.

—¡No! —respondió él, tapándose los oídos.

—¡No! —gritó Nico—. ¡Marchaos!

El suelo retumbó y los esqueletos se quedaron inmóviles. El chico se aparto rodando justo cuando se abría a sus pies una grieta y el suelo se desgarraba como una boca ávida. De la grieta surgió una llamarada y luego la tierra se tragó a los esqueletos con un gran crujido: ¡¡crunch!!Silencio.

En el lugar donde hacía unos segundos habían estado los esqueletos se veía ahora una marca de seis metros que recorría en zigzag el suelo de mármol del pabellón. No quedaba ni rastro de los guerreros-esqueleto.

—¿Cómo has…?

—¡Vete! —chilló—. ¡Te odio! ¡Ojalá estuvieras muerto!

El recuerdo termino y Percy se desmayo.

Rewrite The Story [Jercy] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora