Fruto De Amor

Raíces de un amor que nunca será

Apartada de todo el movimiento, ignorante de los recientes acontecimientos una chica caminaba de manera calmada por las calles de la aldea de la hoja, traía en sus bolsas manos bolsas con vegetales y ingredientes para desempeñar sus funciones, cabello castaño y ojos chocolate, piel clara, portaba una bata de color blanco y por encima un mandil azul oscuro, y un toque de color blanco atado en su cabeza -las bolsas se hacen mas pesadas o es mi imaginación?- comento mientras intentaba acomodar la balsa repleta de vegetales, fideos, condimentos y carne, todo con la intención de poder realizar de manera optima su labor, después de lo que había pasado con pain ella quería dar su pequeño granito de arena alimentando a todos los que pudieran, aunque si fuera honesta consigo misma también se esforzaba tanto porque no sabia en que momento el aparecería, en ese momento llego a su restaurante y con esfuerzo intento sacar su llave para entrar -donde esta?- se cuestiono ella mientras buscaba en su bolsa cuando un par de niños pasaron corriendo

-vamos no puedes atraparme- comento un pequeño niño de cabello negro y ojos grises, piel bronceada, portaba una playera sencilla de color gris unos pantalones kaki, el joven paso por el costado de ayame moviéndola un poco

-claro que te voy a alcanzar kirito- en ese momento una niña de cabello castaño y ojos chocolate, piel clara, portaba un vestido de color amarillo, la misma estaba intentando de tocar al joven de cabello negro mientras corrían alrededor de ayame, la cual solo intentaba mantener el equilibrio, sin embargo y en un intento de tocarlo la niña se arrojo, siendo que aun así fue incapaz de tocarla solo para provocar que perdiera el equilibrio haciendo que ayame cayera con ella solamente se observo como un par de tomates volaban por el aire.

-te dije que no podías atraparme mari- comento el chico de manera burlona molestando a la niña en el suelo, quien rápidamente se levanto para salir en persecución de su amigo

-te dije que no me llames así- exclamo molesta mientras retomaba la persecución de su amigo el cual una vez mas comenzaba a correr esperando que no lo alcanzara

-oigan- exclamo ayame viendo a los niños correr -ninguno de ustedes piensa ayudarme a levantar- pero ayame solo los observo correr -fantástico. exclamo poniéndose en cuclillas y comenzando a recoger los vegetales que se habían caído de sus bolsas, rápidamente fue recogiendo las cosas pero justo cuando estaba por recoger un tomate este fue pateado por alguien, usaba calzado costoso, ayame subió la mirada molesta, cabello lila, ojos amatista, portaba un costoso y largo vestido violeta, -disculpa- le dijo ayame molesta pero la niña no pareció prestarle atención, se encontraba leyendo algo ella simplemente siguió caminando ignorando completamente a ayame

-vamos quinella-chan- llamo la niña de cabello castaño llamando a la de ojos violeta, la cual al parecer cerro su libro y aumentando el ritmo de sus pisadas aunque no corría, ayame debía admitir que aquella niña evocaba una apariencia de una princesa, incluyendo su particular manera de tratar a sus súbditos

ayame solo suspiro y continuo recogiendo las cosas del suelo -necesitas ayuda- una mano le ofreció uno de los tomates a lo que ayame lo tomo con cuidado y lo puso en la bolsa por la voz podía decir que era un hombre y sin embargo tenia que poner todo en la bolsa lo mas rápido posible seguramente su padre ya la estaba esperando para empezar el día.

-gracias esos niños siempre son tan descuidados- dijo ella mientras terminaba de levantar las cosas, en ese momento observo una mano que la estaba ofreciendo, en ese momento ayame subió la vista para ver a quien la estaba ayudando, cabello rojo terracota, en puntas, teniendo una bandana de color rojo sin símbolo en su frente, ojos naranja oscuro, una fina barba, cejas delgadas y una nariz acabada en punta, usaba una camisa de color blanco con las mangas alzadas, pantalón azul y tenia cargando una bolsa de cuero cruzada por su abdomen -Ryoutarou- comento ayame con cierta sorpresa en su voz, esta tomo la mano del hombre quien al ayudo a levantarse con ambos quedando frente a frente.