Internado San Vladimir.

Chapter.One.

Antiguamente, justo antes de que nuestra historia empiece, contaban leyendas de los hijos de la luna y de los hijos de la noche. ¿Pero qué pasaría si esas leyendas existieran y se les llamara maldiciones?

La primera leyenda o maldición: Los Hombres-Lobo, se decía que eran humanos que solo se podían transformar, en luna llena. Cuando había luna sangre o eclipse lunar eran mucho más peligrosos. Hace siglos a los hombres-lobo o licántropos se les caracterizaba como asesinos, solo atacaban en luna llena y al día siguiente no sabían lo que había pasado, eran bestias que tenían ansias, se les podían matar, arrancándoles el corazón, o con una flecha de plata y también se les podía cortar la cabeza. No sólo os voy hablar de los hombres-lobo.
Tienen un enemigo que es el ser más sanguinario y hermoso, que se conoce como el vampiro. A estos seres se les caracteriza por su hermosa belleza, su velocidad y su fuerza, cazan de noche, no soportan la luz de sol, odian los ajos, y no pueden mirarse en los espejos, duermen en ataúdes.
La historia que os voy a contar, no tiene nada que ver, con las historias antiguas. Un hombre lobo puede nacer o ser transformado, al igual que los vampiros, aunque a veces es complicado.
Hace muchísimos siglos, dos familias decidieron crear un Internado, para sus hijos, donde estuvieran a salvó y pudieran estudiar. Esas dos familias guardan un secreto muy profundo, que solo los padres saben, pero y si los hijos mayores lo supieran sin querer y tuvieran que guardarlo, por la seguridad de sus hermanos.
Un hombre lobo y un vampiro puede nacer o ser transformados, como he dicho antes, empezamos con la historia.

En un bosque, a las afueras de Londres, varios padres dejaban a sus hijos en el Internado Vladimir, aparte de los seres sobrenaturales, los humanos también estudiaban ahí. Una chica miraba desde la ventana de su cuarto, veía los terrenos del colegio, que poco a poco se llenaban de nieve. En su cama, estaba plegado el uniforme del Internado, era una falda negra por encima de las rodillas, también había una camisa blanca, con una corbata negra y una chaqueta negra con el logo del internado. La chica que es de piel blanca, pelo negro como la noche, le cae liso por la espalda, sigue mirando la ventana, ajena a lo que pasa en su cuarto.

-Dani, en que piensas tanto, llevo llamándote dos horas, y no me escuchas, nuestra hermana quiere que nos pongamos el uniforme y nos unamos a los estudiantes, dicen que hay un chico nuevo y que mañana empezamos el curso ya, ¿segura que estas bien hermana? -dice la chica preocupada.

-Si Bia, solo estaba pensado en mamá y papa, estoy preocupada, somos las hermanas menores de la directora, como crees que nos ira este año-dice Daniella a su hermana.

-Sinceramente, no tengo ni idea, aun no lo hemos pensado, pero tienes que estar feliz, veras a Nate otra vez, y lo de mama y papa es normal que este así, aun no ha pasado ni un año, es normal que aun te duela, pero sabes que Kat está para lo que necesitemos, aparte de directora, es nuestra hermana y tutora legal-le dice su hermana mientras acaricia su pelo.

Las dos chicas miran los terrenos del Colegio, donde los padres se despedían de sus hijos, ajenos a todo lo que pasaba a su alrededor, veían como la nieve caí por los terrenos. La época de invierno se acercaba y con ella las primeras cacería de los lobos. Pronto la nieve se llenará de sangre humana. Cada luna llena los lobos salen a cazar.

-Aquí están las chicas más hermosas de todo el Internado-dice un chico de ojos azules eléctrico, piel blanca y su pelo negro como la noche, estaba vestido con el uniforme, pero sin la corbata.

-Otra vez has salido de fiesta Will, sabes las normas aparte hueles a lobo, no jodas otra vez, yo a ti te mato-dice una chica de ojos violetas piel blanca y  pelo negro.

-Bi que seas una aburrida, no es mi culpa-dice el chico.

-Todos, los años son iguales, eres un cerdo, si sigues así el no te hará caso-dice la chica.