Capitulo 4

431 53 9
                                    

LOS PERSONAJES SON DE NAOKO TAKEUCHI, Y ES UNA ADAPTACIÓN SIN FINES DE LUCRO Y SIN OFENDER A NADIE ES SOLO POR DIVERSIÓN.

Capítulo 4

El mar estuvo muy agitado en la Bahía de Vizcaya. Serena descubrió que no se sentía para nada mareada, aunque nunca había viajado por mar antes.

Disfrutó ver la batalla del yate contra las olas.

Tanto Alexandra como Anne se retiraron a sus camarotes. Después que no aparecieron durante veinticuatro horas, Serena preguntó a Mina:

— ¿Están enfermas? ¿Debo hacer algo al respecto?

—Están muy bien —respondió Mina—, es sólo que les preocupan sus piernas.

Serena la miró interrogante y entonces Mina explicó:

—Ambas son bailarinas y si sufrieran algún daño en sus piernas, perderían el trabajo.

—Oh, entiendo. Fui una tonta al no pensarlo antes.

Mina estaba encantada porque tenía a los tres hombres para ella sola.

Después de lo que Serena le dijera, le divirtió ver a Mina coquetear con el vizconde en la misma forma en que lo hacía con el conde.

Cuando llegaron a Gibraltar, el mar se calmó y las otras jóvenes aparecieron de nuevo.

Mientras el yate avanzaba por el calmado y azul Mediterráneo, durante el almuerzo Alexandra dijo:

—Me desagrada el mar, y si no es problema para nadie desearía regresar a casa desde Marsella.

El conde la miró con sorpresa.

—Desea regresar a Inglaterra —comentó—. Pero eso arruinará la reunión para Malachite.

—Malachite puede verme cuando regrese a Londres —respondió Alexandra—. Por el momento, quiero pensar sólo en mí misma y, con franqueza, me agrada tener suelo firme, que no se mueva, bajo mis pies.

Todos se rieron de eso.

Serena comprendió que Mina estaba complacida por librarse de una de sus opositoras.

—Si está absolutamente convencida de que desea irse —repuso el conde—, creo que contaremos con un guía esperándonos en Marsella, ya que pedí a mi secretario que me enviara con él la correspondencia importante que requiera mi respuesta.

Serena pensó que era una forma muy costosa de viajar.

A la vez, de mantenerse en contacto con lo que sucedía en casa.

Sin embargo, no lo dijo y el conde continuó:

—Si insiste en regresar, Alexandra, mi guía la llevará. Es un hombre muy confiable y se encargará de que no tenga usted molestia alguna.

—No espero sufrir ninguna molestia en mi propio país —respondió Alexandra—, pero gracias, ya que me gusta la comodidad, aunque me sentiré sola.

Miró a Malachite al decirlo.

Serena comprendió que le pedía que fuera con ella.

Sin embargo, Malachite no tenía intención alguna de abandonar el yate.

Ésa noche, después de la cena, Serena y Malachite quedaron a solas cuando los demás salieron a cubierta a ver un barco que pasaba y ella comentó:

—Lamento que su amiga tenga que dejarnos. Llegué a suponer que usted se iría con ella.

—No lo haré —respondió el vizconde—, por la sencilla razón de que no sería capaz de defraudar a Darien.

Serena no lo comprendió y él agregó:

Atrapado Por El Amor *Terminado*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora