Querido Odiel:
Recuerdo el día en que te conocí a la perfección.
20/12/2005.
Era un día triste, como yo, hasta que choqué contigo en la esquina de aquella calle que me llevaba a mi refugio, la biblioteca llena de libros en los que evadirme de la realidad.
Caí al suelo torpemente y, cuando al irme a levantar mi campo de visión captó una mano, me aferré a ella como si de ello dependiera mi vida.
¿Quién iba a decirme que al realizar aquel acto me sentiría justo así, como si mi vida dependiera de aquellos ojos verdes que me observaban intranquilos hasta que susurré en un hilo de voz que estaba bien?
Entonces, comenzó a llover como si el tiempo estuviera en contra de que, por unos segundos, me hubiera sentido a salvo. Reíste y me cogiste rápidamente de la mano para echar a correr hacia unos soportales que había en la acera de enfrente.
-Lo siento, debía haber mirado por dónde iba. ¿Cómo estás? -Me preguntaste una vez que estuvimos a salvo del chaparrón.
-Bien -Tartamudeé aún sin creerme lo que me estaba sucediendo contigo. Era como sentir que eras de esas personas salvavidas que siempre me dijeron que había pero que yo nunca encontré hasta ese momento. Me transmitías seguridad, protección. Y, vaya, mentiría si dijera que no echo de menos esa sensación.
Segundos después de que comprobaras que no tenía ningún rasguño superficial, pues en mi interior estaba comenzando a formarse uno a causa de la flecha de Cupido, te alejaste tras una caricia en el moflete izquierdo que secó las marcas de lluvia de esa parte de mi cuerpo.
Te fuiste y, justo entonces, el olor a lluvia comenzó a dolerme al notar cómo me fragmentaba un poco más con cada gota de lluvia que sobre mí caía en el trayecto de vuelta a casa; al sentir vivamente el palpitar de tus dedos sobre mi piel fría secando la lluvia que exteriormente me cubría.
Y, es que, acababas de irte, y ya te echaba de menos.
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Cartas a Odiel.
RandomQuerido Odiel: Ojalá algún día sea capaz de entregarte todas estas cartas en las que narro mi día a día añorando algo que nunca he tenido ni tendré, a ti.