Paroxetine (paroxetina)

3.2K 312 107
                                    

"La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación."

- Lope de Vega

Despertó con los rayos del Sol sobre su rostro, intentando acostumbrarse a luz cuando vio a un pequeño chico recostado en su pecho.

"Muy bonito"

No lo habría notado antes pues realmente no pesaba nada. Pero la vista lo tenía maravillado. Tenía unas largas pestañas oscuras, un cuerpecito delgado, piel tersa, y su expresión de calma, lo tenía anonadado. Su novio era demasiado adorable, una belleza como ninguna otra.

Mexico (México)— sacudió el hombro del contrario para despertarlo.

—Buenos días mi vida— le dio una bonita sonrisa mientras se levantaba del pecho del contrario tallando sus ojitos para estirarse un poco.

Estados Unidos le dio un suave beso en la frente para después dirigirse al baño de su habitación. Dio un vistazo a la pequeña caja de cartón que contenía unas píldoras. 

¿Otra vez? ¿Por qué siempre volvían al mismo lugar?

Acercó su mano hasta que sintió un abrazo por la espalda.

—¿Quieres desayunar?— dijo en un intento por distraer a su pareja, el más alto le miró— por favor... acabamos de despertar— tomó la cajita de pastillas y las metió al bote de basura.

Hace días no ingería esas pastillas...

Okay you win (Está bien tu ganas)— se giró para besarlo, sacándole una sonrisa al contrario.

—¿Por qué no tomamos un baño antes? Así te relajas más mi amor— USA asintió besando el hombro del más bajo.

Ambos entraron en la ducha. El ambiente era extrañamente relajado, muy fuera de lo que se esperaría, se sentía paz como pocas veces esa mañana. México tarareaba canciones mientras le lavaba el cabello a su pareja. El de estrellas no tenía muchos momentos como esos con el mexicano. 

Le gustaba aprovechar cada instante del mismo.

I love you (Te amo)— soltó de forma tan natural que el más bajo solo pudo sonreír un poco sonrojado.

—Yo te amo más— dijo besando su mejilla

Ambos se arreglaron rápidamente para desayunar. Ya en la mesa el primermundista comenzó a rascar su brazo de la nada, una extraña costumbre que surgía cuando estaba nervioso.

I'm sorry, sometimes I can't control it (Perdón, a veces no lo controlo)

—Sé que estás estresado— le tomó de la mano apretándola suavemente a modo de caricia— pero ya no necesitabas esa caja.

USA dejó de hacerlo, México tenía razón, tirar las pastillas era el primer paso para acabar con todo.

It's just that I'm worried about ONU's meeting (Es sólo que la junta de ONU me tiene preocupado)— comenzó a rascar un poco su brazo de nuevo hasta que el latino le detuvo.

—Estarás bien, voy a estar contigo todo el tiempo.

A pesar de lo que se podría pensar, al americano le daban pavor aquellas juntas, muchas veces para lo único que servían era para causar aún más conflictos.


Él ya no quería pelear con nadie más.


Siguieron desayunando hasta que el tricolor volvió a hablar con una bonita sonrisa.

—Por cierto... ¿sabes qué día es mañana amor?

América estaba confundido ¿un día importante? Últimamente tenía una memoria terrible, parecía como si hubiera huecos en su mente. México le miró expectante de alguna respuesta hasta que volvió a soltar una risita.

—Es nuestro aniversario corazón, lo olvidaste otra vez— a pesar de que se notara el claro cariño en sus palabras el otro sintió como se le revolvía el estómago con esa última frase.

I'm sorry, I don't know what is happening to me lately (Lo siento, no sé qué me pasa últimamente)— estaba muy apenado.

Estaba casi seguro que no era una fecha importante, sin embargo, decidió creerle al chico de ojos grises que estaba a su lado.

—Está bien cariño, has pasado por muchas cosas difíciles estos días ¿no? Deberías relajarte más.

Definitivamente México era el novio perfecto. 

O así se veía a los ojos de USA.

El tiempo pasó sin mucho que hacer, México le aseguraba que no tenía trabajo. Estaba "de vacaciones" o algo por el estilo, realmente no se complicaba en crear una excusa creíble para no estar en su país, donde debería estar.

USA amaba pasar tiempo con el chico, podría pasar el resto de su vida de una manera tan calmada y llena de afecto, sin que México tuviese que volver a su territorio o siquiera trabajar. Se preguntaba si el latino estaba bien con dejar a su gente, sin embargo, el tricolor le aseguraba que prefería estar con él mil veces antes que estar en su país.

La mañana se convirtió en tarde y la tarde en noche. El cansancio comenzaba a llenar a ambos, no fue muy difícil para el mexicano convencer a su antes vecino que lo mejor sería ir a dormir.

—Amor vamos a la cama— le abrazaba por los hombros dándole algunos besos en sus cachetes un poco llenitos intentando hacer que el de estrellas le mirara.

Just let me finish this (Sólo déjame terminar esto)— intentaba teclear lo más rápido posible en su computadora. México se acercó a su oído para susurrarle.

—Por favor USA— dijo con una voz extrañamente diferente, mucho más grave de lo usual. Estados Unidos se asustó.

What? (¿Qué?)

Volteó rápidamente esperando la sonrisa de su amado, sin embargo, este se encontraba ya recostado en la cama. Tal vez estaba demasiado agotado. Apagó su computador y se recostó junto a su novio, quién no dudo en usar el pecho del más alto como almohada.

—Descansa querido, lo necesitarás.

Estaba a punto de dormir cuando se preguntó:

¿Los ojos de México siempre fueron de color ámbar?










































—¿Puedes prometérmelo? Yo sólo te quiero ver bien wey— le abrazó— no puedo verte así güerito... me duele mucho

I promise it... just don't leave me (Lo prometo... solo no me dejes)

ABSTINENCIA (USAMEX)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora