↝ BOWERSGANG PREFERENCES (EN EDICIÓN)

PATRICK

⤿ 🦋 ¿CÓMO FUE SU PRIMERA CONVERSACIÓN? 🦋

      Te acomodaste tu vestido floreado. Te sentías aterrada y, al mismo tiempo, nerviosa. Gracias a tu padre estabas obligada a cenar en la casa de Patrick Hockstetter, un psicópata nato. Su padre y tu padre eran grandes amigos. Tu padre estaba un poco asustado, no te quería cerca de Patrick, pues, nunca le pareció un buen chico.      

      Abriste la puerta y saliste del auto, seguida de tu padre. Tomaste su mano con fuerza, siempre lo hacías cuando estabas incomoda por algo. Tratabas de decirle que habías cambiado de opinión dramáticamente, pero ya era demasiado tarde para el arrepentimiento. Ahora no tenías otra opción que tener una incomoda cena con la familia Hockstetter.

      Aunque estabas incomoda, te ponía feliz la idea de que comerías una deliciosa cena. La madre de Patrick, Erin Hockstetter, era la mejor en la cocina. Siempre, cuando la feria escolar comenzaba, ella llevaba una canasta llena de comida para repartir. Nunca pudiste entender por que Patrick se avergonzaba de ella, al menos él tenía una madre.

      Casi te mueres del infarto al ver como la puerta se abría, mostrando así el rostro pálido y extraño del pelinegro. Tú y tu padre soltaron un quejido de dolor al sentir como se apretujaban las mano mutuamente con una fuerza sobrenatural. Ambos estaban asustados después de escuchar las barbaridades que se decían sobre el muchacho.

      —H-Hola, Patrick. —Rayos, parecías Bill Denbrough tartamudeando de esa forma. El contrario solo te miro sin expresión, sus ojos no mostraban más que la nada misma. Era impresionante la manera de actuar del chico. Siempre se mantenía serio y expectante a lo que pasaba a su alrededor. Era como un maniquí hecho de carne humana.

      Al ver como se corría, dejándoles paso, entraron sin soltarse las manos. Un olor delicioso los invadió, era la maravillosa comida de Erin. Una mueca de felicidad y emoción se formo en tu rostro. Tu padre no hacía más que cocinar macarrones con queso, fideos con salsa y pastel de queso. Era una rutina diaria que ya se había convertido en costumbre en tú casa.

      Saludaste al Sr Hockstetter y a Erin un poco incomoda. Te sentías rara sintiendo como Patrick no paraba de seguirte con la mirada. Tú padre se veía bastante feliz, desde hace mucho tiempo que no salían a cenar a una casa ajena, siempre se la pasaban ustedes dos solos. De todas formas, se la pasaban muy bien juntos. Amabas a tu padre con todo tu corazón.

      —¡____, cariño! ¿Cómo has estado? —preguntó Erin con una simpática sonrisa. Tú no dudaste al momento de devolverle el gesto. Le respondiste a Erin y ella siguió haciéndote preguntas sobre cómo te iba en la escuela, sobre como te iba en la vida, y cosas así. Tú respondiste sin una sola duda. Lo único que te hizo dudar era que Erin miraba cada cierto tiempo a su hijo.

      —¿Qué ocurre, Erin? —Ella se giró a mirarte.

      —Nada, solo que Patrick se ve tan solo. —Te giraste a mirar a Patrick. Este se mantenía inmóvil, sentado en una de las sillas, justo frente a tu padre. Al parecer estaba escuchando las conversaciones— ¿Te podría pedir un favor, cariño? —era evidente que el favor no sería fácil de realizar, pero de todas formas lo harías—. ¿Podrías ir y hablar con Pat?

      Comenzaste a insultar por lo bajo, pero lo único que salió de tú boca fue «Claro. No hay problema». Sin dejar de mirar a Erin con una sonrisa, fuiste acercándote lentamente a Patrick. El pelinegro te miro con arrogancia, como un animal a punto de atacar al sentirse amenazado. Te sentaste a su lado sin hacer contacto visual con él.

      —Hola —murmuraste. Él te miró con el ceño fruncido—. ¿Cómo estás, Patrick?

      —Largo.  —Rápidamente te levantaste de tu asiento y te alejaste lo más posible de él. Durante el resto de la noche no volviste a dirigirle la palabra, pues, te daba miedo que te respondiera de manera violenta y desinteresada, dejándote humillada o, en cualquier caso, asustada.