curitas en mis papas fritas ─beomhyun

exijo un rembolso

—¡Tengo una curita en mis papas fritas! —tal vez grito muy alto, pero eso no le importo. No mientras la persona delante de él se retiraba y tomaba su lugar frente al mostrador— ¡Exijo un rembolso!

—Con gusto le daremos un rembolso.

¿Pero?... oh por, vaya rembolso.

Taehyun abrió sus ojos más de lo que podía. Porqué el chico que estaba frente a él, no es el mismo que lo atendió hace quince minutos atrás.

Woah...Parkour...

De seguro, sus ojos brillaban, con estrellitas y todo, al igual que ese pensamiento fugaz que acababa de tener. Pero, en su pobre defensa, este era el chico mas lindo que halla visto en sus diecisiete años de vida. Era... bueno, es simplemente...

—Eh..., ¿desea hablar con el encargado o...? —entonces fue cuando cayó de nuevo en la realidad. 

Él estaba ahí para reclamar la curita en sus papas fritas, no para admirar al lindo chico frente a él.

—Eh, si. Veraz... —achico sus ojos, impulsándose hacia delante, quedando de puntillas para poder leer el nombre del chico en el gafete que colgaba de su cuello— Beomgyu... —sus ojos brillaron de nuevo cuando pronuncio su nombre. Pero mantuvo la cordura mientras volvía a posar completamente sus pies en el suelo — Yo acabo de comprar unas papas fritas, hace como unos quince minutos. Y todo estaba bien, hasta el momento en el que en vez de sacar una papita frita, saque una curita con sangre. ¿Me explicarías eso, por favor?

Acerco la curita al rostro de Beomgyu, entonces se alejo lo más rápido que pudo, mientras ponía cara de asco, antes de asentir y llamar a su gerente. En ese momento, Taehyun pudo apreciar con mucho mas detenimiento al chico... bueno, a Beomgyu. Su perfil era hermoso, y claro que no le importo que hubiera hecho una cara de asco, obvio. Igual, seguía siendo hermoso.

No es su culpa enamorarse de desconocidos lindos, solo sucede ¿Bien?

—El gerente ya llegara —Beomgyu colgó el teléfono y entonces volteó de nuevo hacía él —. Sólo dele unos minutos...

Él sólo pudo asentir, recargándose en la caja.

Vaya día...

Miró la cajita de papas fritas que aun sostenía, agarro una y se la metió a la boca.

¿Qué?

Esas papitas no se iban a desperdiciar.