exijo una cita

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—Así que... ¿Beomgyu? —Taehyun comió una vez más de sus papitas fritas, mientras miraba al chico frente a él. Contrario a lo que pensó, el otro asintió con la cabeza, dándole su completa atención — ¿Cuántos te cargas, uh? —lo examino con la mirada, tomando otra papita para comerla.

¿Que? 

Ya lo dijo. Esas papitas no se iban a desperdiciar.

—Oye, puedes esperar en las sillas de allá, mientras el gerente llega.

Beomgyu señalo un espacio especial para clientes con quejas que había en el establecimiento. Él movió la papita entre sus labios, mientras lo señalaba haciendo la seña de ''te observo'', yéndose a sentar al lugar indicado. 

Los minutos pasaron eternos para él. Él quien sólo quería observar al chico hacer su trabajo tranquilamente.

Y cómo muchos han dicho... Si con la mirada se pudiera desnudar, Taehyun ya hubiera denudado a Beomgyu con ella.

Ah no, espera, ¿Cómo era?

Bueno, lo que sea. Lo importante, es que está encantado por todo Beomgyu, que hasta ya olvido el porqué de su razón de estar allí. 

¡Pero vamos! 

Tener el nombre de un chico lindo, y todavía un chico lindo que es desconocido, ya era un gran avance. Antes, y con suerte lograba que lo miraran.

—Hay, el amor...

Cuando se dignaba a darle otra vuelta con la mirada al lugar, sintió que alguien lo tomaba del hombro suavemente. Giro su cabeza hacia su intruso he instintivamente le lanzo una mirada de desagrado a quien sea que estuviera detrás de él.

El hombre -por lo que vio Taehyun- alejo su mano rápidamente, sintiéndose amenazado con aquella mirada que le había dado ese chico. Carraspeo un poco para alejar la tensión del momento y le sonrió amable.

—Buenos días, soy Kim Heechul, el gerente. Se que tuvo algunos... —movió su mano de una manera desinteresada, no queriendo recalcar lo que se había encontrado en sus papitas— incidentes con su orden. Nos disculpamos por eso, y si usted quiere reclamar algo, esta en todo su derecho de hacerlo.

Él lo miro a los ojos, aun sin levantarse de su asiento.

Uhg, parece banco, repitiendo siempre lo mismo...

Taehyun se levanto de su asiento por fin, escudriño al hombre con la mirada mientras daba una vuelta a su alrededor. Y una vez frente a él de nuevo, llevo una de sus manos su barbilla, pensando meticulosamente en decir.

¿Que?, si le estaban ofreciendo algo, él lo tomaría.

—¿Puedo tomar lo que sea?

Volteo su cabeza hacia la caja, posando sus ojos en Beomgyu, de nuevo. Heechul lo vio entre asombrado y perdido, hasta que entendió. Rápidamente quiso corregir lo que el chico no había entendido.

—Bueno, la verdad no era eso lo que... —pero sus intentos fueron cruelmente en vano, porque Taehyun lo calló.

—La verdad no quiero nada, con unas disculpas me bastaría —lo miró de nuevo, y Heechul creyó ver un poco de maldad en sus ojos por unos segundos, antes de volverse inocentes de manera rápida —. Pero en verdad me gusto este chico, Beomgyu, y me gustaría tener una cita con él —puso sus brazos detrás de su espalda, antes de empezar a balancearse de un lado a otro—. Ahora.

No fue una sugerencia, mucho menos una pregunta. Fue una orden. 

Y Heechul no hizo más que mirarlo a los ojos. Mala idea, se sintió aun más intimidado. 

Oh Dios, ¿qué toman los niños ahora?

Entonces miró a Beomgyu, y luego otra vez a Taehyun. No le costaba nada, la verdad. Ni siquiera iba a necesitar a Choi durante las próximas horas.

Se levanto de hombros y asintió.




curitas en mis papas fritas ─beomhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora