La despedida (Given)

Capítulo único

Yo no podía soñar y por primera vez en mucho tiempo lo había hecho.

Había olvidado la sensación de soñar, de vivir una realidad en la que no hay pasado ni futuro, en dónde puedes vivir el presente sin estar encadenado al pasado o ser precavido por el futuro. No tienes que preocuparte por nada pues solo es un sueño. No existen los malos sentimientos o emociones como el odio, el rencor, la envidia, la depresión, la soledad, el suicidio...

Cierto, él se suicidó...

Miré por la ventana algo desanimado. Anoche había soñado, hace bastante tiempo no tenía esa experiencia, odio no poder recordar mis sueños. Tal vez él esté ahí hablándome o algo así como en las películas y esas cosas. Quisiera revertir el tiempo.

Tengo en claro que la muerte de Yuki no fue exactamente mi culpa, si no que la discusión que tuvimos fue la gota que derramó el vaso que medía su nivel de depresión. Me hubiera gustado haber notado las situaciones por las que pasaba Yuki, tal vez si lo hubiera hecho, él no estaría muerto ahora mismo y quizás seguiríamos juntos, tal vez no como pareja, pues ya no lo veo así, pero sí como amigos.

Recibí un mensaje de Hiiragi, cada mañana me enviaba un texto o me llama, siempre hacía eso, luego de la muerte de Yuki fue que dejó de hacerlo, supongo que retomó esa pequeña costumbre. Kedama daba vueltas alrededor de mis piernas tratando de captar mi atención, yo me encontraba sentado desayunando unos panqueque con un poco de miel y chocolate. Mis planes para hoy no eran muchos, tampoco pienso que este vaya a ser un buen día... hoy se cumplen cincos años exactos del día en que encontre el cadáver de Yuki. Aquel recuerdo de la habitación de Yuki y mis brazos envolviendo la guitarra del susodicho atravesó mi mente, pero había algo extraño, el recuerdo ahora mismo lo sentía vivido, se veía distinto en mi sueño.

La habitación era la misma, la iluminación igual, el ambiente no había cambiado, el objeto inanimado entre mis brazos estaba con las cuerdas rotas, latas de alcohol en el piso, pero en mi sueño Yuki no estaba colgado del techo, más bien estaba sonriéndome sentado en la comodidad de su cama, pero no era exactamente Yuki, bueno, no era el cuerpo de Yuki, es como si fuera su alma o algo así. Pensé por un segundo que era verdad lo que Hiiragi me había dicho sobre que Yuki me jalaría los pies.

En la madrugada desperté sintiendo mis mejillas húmedas, no entendí la razón específica de mis lágrimas, pero algo me decía que tenía que ver con Yoshida, pues su imagen no salió de mi mente y el pensamiento de que hoy se cumplirían cincos años tampoco.

Luego de tanto tiempo soñé con Yuki, quisiera saber que fue lo que soñé, tal vez eso me haga estar un poco en paz. Terminé de comer y lavé los trastes, mi madre había salido a trabajar. No me siento solo, Kedama está conmigo siempre.

A veces pienso que él entiende lo que le digo y como me siento, pues cuando estoy triste, me lame las manos o la cara. Si estoy feliz, el ladra y empieza a dar vueltas alrededor mío como lo hace ahora. Cuando me siento solo, él solo se recuesta a mi lado quieto y sin mover casi la cola. Lo gracioso era que cuando fingí estar enojado con él, me empezó a morder mis zapatos y trataba de morderme cariñosamente, aparentemente él también se lo tomó a broma y me siguió la corriente, aunque era obvio que no estábamos peleando en realidad, incluso mi madre se rió al vernos.

"Me alegra saber que eres capaz de sonreír y llorar a pesar de mi ausencia" fue la frase que me pareció haber oído hace poco, era extraño, pues esa frase se reproducía en mi mente con la voz de Yuki. No recuerdo que él me haya dicho eso o algo por él estilo, ¿lo habré soñado también?.

Bueno, me estoy volviendo loco.

Tomo a Kedama en mis brazos y lo llevo a la habitación conmigo, cerrando la puerta tras entrar, me senté en el borde de mi cama, Kedama se quedó tranquilo sobre mi regazo. Sonreí al verlo así de sumiso. Hoy era domingo, no había nada que hacer prácticamente, mi agenda está libre de eventos o reuniones para este mes de invierno, afuera neva bastante fuerte, extraño el verano...