CAPITULO 1

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Era una gloriosa mañana para el reino de fuego en Abu Dhabi, el verano era abrasador, justo como todos los años, así que vestir de forma fresca era lo ideal

Chanyeol se paseaba por su enorme palacio mientras miraba a lo lejos el azul del mar, vestía con prendas delgadas de la seda más fina traída desde China y bordada por sus propias artesanas del palacio, su piel bronceada hacía que resaltaran más esos colores verdes y azules como los del pavo real, sus ojos dorados se perdían en el amplio mar mientras un suave soplo del viento le hacia perder un poco del calór y su cabello negro se despeinada con elegancia

El joven sultán era alabado por su gran belleza varonil, alto y fuerte, incluso algunas doncellas tenían el atrevimiento de hablar de su virilidad aunque no lo conocieran, pero para los hombres de arabia era un claro ejemplo de masculinidad al crear un imperio de la nada y sobre todo uno de los más ricos, Chanyeol podría adornarse con cada pieza de oro de aquel palacio sin problemas, pero era un hombre sencillo que le gustaba ayudar a su pueblo, ningún ciudadano viviría jamás con pobreza o siendo esclavo, todos eran libres y eran personas con talento

Su palacio era el más grande que pudiera alzarse, nadie podría entrar o salir con facilidad, llamado por todos "el palacio de fuego" ya que este en las noches se ilumina con las más grandes antorchas las cuales hacen ver las más grandes llamas, muchos incluso veían a Chanyeol como un dios del fuego ya que fácilmente podría atravesar cada llama sin quemarse o estropear su fina vestimenta, pero el alto solo era un simple humano que tuvo la enorme suerte de hacerse de fortuna, aveces consideraba a la gente exagerada

Hace unos meses decidió elegir a la persona que compartiría su reinado, quería que fuera lo más hermoso y educado, en toda arabia al correrse el rumor no tardaron en ir hasta el a presentarles tanto a mujeres como hombres de la realeza de todas partes, Chanyeol fue directo al decir que sus gustos eran selectivos y que prefería los hombres atractivos, los arabes consideraban sus gustos demasiado estrabagantes pero respetaron sus decisiones, cualquiera sabía que al tener unión con el, no sólo tendrían más riqueza, también protección de por vida y se haría más grande el imperio por ambas partes, el alto hombre se desesperaba al no encontrar a nadie de su agrado y gusto, podrían ser hermosos y vestir provocativos, pero nadie le llamó la atención, tuvo ayuda de consejeros y le propusieron elegir a quien le diera más riqueza y una alianza, saber que no se casaría por amor, era de lo más triste, soñaba con darle a su pareja todas las noches más ardientes y apasionadas, pero esto no fue así, Taemin era uno de los príncipes de Egipto, hermoso y con un gusto por el baile, para los ojos de Chanyeol solo era un chico común a pesar de ser un príncipe, pero era el mayor, el árabe no pudo conocer a su otro hermano ya que no se lo permitieron y le presionaron con Taemin, no tuvo muchas opciones y sus consejeros reales le pidieron aceptar por el bien de ambos reinados, Chanyeol lo hizo más que nada para que en Egipto la gente no sufriera más hambre y miseria, no comprendía como es que podían ser tan inhumanos al no importarles sus ciudadanos

Había pasado medio año desde que se casó y creyó que con el tiempo podría amar a Taemin, en verdad lo esperaba, pero eso nunca sucedió, al muchacho lo veía como un buen amigo, dormían en la misma habitación pero no le tocaba, no había deseo ni amor por el, tan solo un sutil cariño, aveces se dormía hasta muy tarde para que Taemin no le presionara para tener relaciones sexuales, Chanyeol podría estar deseoso y sediento de amor, pero, no quería tocar a aquel príncipe, no lo deseaba, el pequeño había intentado seducirlo muchas veces, con todo tipo de ayuda, pero nada despertaba los más bajos instintos del alto, sabía que aveces lloraba, Chanyeol no le daba ni un solo beso o una sutil caricia, apenas y le tomaba la mano

Mientras se paseaba recordó la carta que leyó esa mañana, el reino de Egipto exigía un heredero, no importaba si fuera niño o niña, tan sólo querían descendencia, los consejeros reales no tardaron en bombardear a Chanyeol con todo tipo de soluciones, algunos incluso recomendaban doctores para él y el príncipe, no sabía cómo explicarles que simplemente no tocaba a Taemin, era vergonzoso explicar

Hathor - ChanKai~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora