EL PRIMER "TE AMO" (SOLANGELO)

El primer "te amo"

Cuando mi padre nos dio la noticia, apreté con todas mis fuerzas la mano de Nico, le miré y me destrozó el corazón ver su rostro, la felicidad que había ido volviendo a él con el tiempo tras lo de Bianca se había destruido, como si le hubiera pasado una apisonadora, sus ojos perdieron su brillo y se llenaron de lágrimas.
-L-lo siento -soltó mi mano y se fue, a cada paso que daba, los árboles y la hierba a su alrededor se marchitaban.
Me quedé mirando hacia donde Nico se había ido con el corazón roto.
-Hijo -Apolo me tomó la muñeca y me hizo mirarle a los ojos-. Ve con él. Ahora te necesita más que nunca.
Mi padre tenía razón, mi novio me necesitaba. Salí corriendo por donde Nico se había ido. Comencé a llamarle pero no recibía respuesta:
-¡Nico! ¡Nico! ¡Ni-! -le vi a lo lejos sentado bajo un árbol con la cabeza enterrada en sus piernas.
Me acerqué lentamente sin decir nada y me senté a su lado, esperaba que se quedase llorando en silencio pero, en cuanto me senté, me abrazó con fuerza y su llanto se hizo mayor. Al principio me quedé sorprendido, Nico no solía mostrarse cariñoso muy a menudo y menos cuando estaba mal, entonces le abracé y comencé a acariciar su cabello mientras él apretaba el abrazo, como si me fuese a ir si me soltaba:
-W-Will -la voz de Nico sonó muy suave.
Nos separamos un poco sin dejar de abrazarnos y nos miramos a los ojos:
-Dime, sunshine.
Los ojos de Nico, aunque estaban llenos de lágrimas, brillaban de una forma hermosa cuando me miraba, con el mismo brillo que salía en sus ojos cuando hablaba del Myth-O-Magic. Dioses, necesitaba besarle, necesitaba besar sus suaves y rojos labios y absorber toda su tristeza. Ojalá fuera tan fácil, lo habría hecho encantado.
Nico comenzó a morderse los labios y dijo:
-S-sonará estúpido pero... -respiró con fuerza y no volvió a clavar la mirada-. No quiero que te separes de mí nunca más. Nunca -lo dijo tan seguro de sí mismo que casi daba miedo.
Le tomé las manos y contesté:
-Nico, yo jamás me voy a ir de tu lado ¿sí? Voy a estar aquí siempre. Mi corazón te pertenece.
Él parpadeó y soltó mis manos, puso la derecha en mi cintura y la izquierda en mi rostro, me atrajo hacia él y me besó, fue un beso suave pero intenso. Dioses, fue perfecto, él era perfecto.
-Wow -suspiré.
Vale, se me escapó, pero qué esperabais, fue el mejor beso de la historia.
Nico se empezó a reir y le miré sonriendo un poco, cuando dejó de reír sonrió también y me dijo:
-A mí también me ha gustado mucho-estaba ruborizado, lo cual, sorprendentemente, le hacía ver más lindo.
Nos quedamos callados mirándonos a los ojos. Sus ojos eran tan bellos, con ese brillo en la oscuridad de ese color chocolate... Si tuviera que elegir algo que observar durante el resto de mi vida, escogería sus ojos sin duda alguna.
-Te amo, Nico -dije casi sin pensar. Oh, madre mía, cómo puedo ser tan idiota.
Pensé que Nico se quedaría callado, o me diría que es pronto, o...
-Yo también te amo -interrumpió mis pensamientos con su sexy acento italiano-. William Andrew Solace, te amo.
Entonces nos volvimos a besar y, dioses, fue perfecto.