Día 1.

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Siempre he querido saber qué sintió Tony cuando lo secuestraron. Aunque ahora desearía no haber pensado eso nunca: es lo peor que le puede pasar a alguien.

Bueno, como dice el título, oficialmente puedo llamarme “secuestrada”. Y como ahora mismo no tengo nada que hacer me aburro, y espero que seáis tan curiosos como yo, así que os contaré cómo y por qué me secuestraron.

Yo estaba tan tranquila en mi casa, viviendo sola, con mis 1.000€ al mes que me daba mi tío para mis gastos personales, porque él ya me pagaba todos los gastos de la casa y el colegio. Acababa de volver del instituto y lo único que quería hacer era tumbarme en el sofá y taparme con la manta para dormir todo el día y luego pasarme toda la noche en vela hablando con mis amigas teniendo clase el día siguiente. Sep, un buen plan. Lástima que no lo pudiera terminar.

Entraron de repente cuatro o cinco tipos (todos ellos encapuchados, obviamente) rompiendo la pobre puerta que sólo le hacía daño a la gente cuando yo la cerraba en la cara de alguien. Pobre puerta. Siguiendo con el tema, los encapuchados se acercaron a mí, toda indefensa, con 39 y medio de calentura y llorando porque sí. Todo muy normal, lo sé. Lo siguiente que sentí fue cómo me ponían algo como un saco en la cabeza, y un golpe seco. Después todo era oscuro.

Eso ha sido cómo me secuestraron, y ahora la parte con más color de rosa, la razón por la que me secuestraron.

Técnicamente, una de las razones por la que me secuestraron fue porque soy la sobrina del gran Tony Stark (duh, eso tiene lógica). Y otra de las razones fue que, al parecer... No lo sé. La verdad es que no tengo ni la menor remota idea de por qué estoy aquí; yo suponía que era por mi apellido, pero si no es sólo eso, ¿qué es? ¿Qué hago aquí? ¿¡Qué hago aquí, dije!? ¿Y las chicas? ¿Qué habrán pensado ellas?

No es que me importe la gente y lo que digan de mí, pero tener a cuatro adolescentes hormonadas,  obsesionadas con Logran Lerman, Ansel Elgort, Nash Grier, Ian Somerhalder, Josh Hutcherson y Matthew Espinosa (entre otros) e histéricas porque creen que su amiga está desaparecida (lo cual es verdad) no es algo muy agradable de oír.

Aunque sí que sería gracioso de ver la cara de la persona a la que se lo cuenten.

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