Tolerancia e intolerancia, todo un espectaculo

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El sujeto esta su-jeto a la cultura, cultura impuesta por el cuerpo social, por naturaleza inhibidora y artificial hasta la médula.

Dicho sujeto esta históricamente en la modernidad del desorden, del cambio y de la resistencia. La tolerancia no le satisface y la intolerancia es su cara más fea, esa antes la escondía y disimulaba por su propio bien, pero esos son viejos cuentos ahora hay otros nuevos.

En la cultura hay sujetos que rozan con otros sujetos que se enlazan significativamente aún con los más lejanos ya que los unen lazos simbólicos que tienen y deben de respetar, el que se rompa la norma ya es otra cosa.

Esta surgiendo una tendencia, la de ser arbitrario y gozar cada quien a su manera, el goce es el punto de atención, es la madre caprichosa que ofrece quimeras ilusiones, habla de goce, de infantilismo, de ser aún cuando grande como cuando se era niño. Es el capricho lo que llama la atención, es el cumplimiento de los propios deseos y aún de ver o tomar a los otros para sobreponer a los míos. Aquí es donde entra el narcisismo. Es cuando se confronta la imagen que brinda el espejo, es cuando se reconoce uno mismo en su figura real y es entonces cuando rivaliza consigo mismo, y rivaliza con los demás, con el otro y con el Otro, es una especie de aceptación y rechazo, una constante identificación, me identifico a mi mismo pero a la ves identifico a los otros como diferentes donde los otros son "más completos" "tienen eso y aquello otro" y me comparo como más o menos en muchas cosas, como al otro no lo poseo lo deseo y pongo mi deseo sobre el, como yo soy el dios, el nuevo dios, me alejó del dios castigador y al padre lo mato simbólicamente, yo como gobernante de mi propio Yo constituyo mis propias reglas y estas difieren de los otros y como constantemente contrasto me hiere la diferencia, me duele cuando no cumplen mis órdenes, cuando mis caprichos no son tomados en serio, así que nadie puede ni debe hacer nada en mi contra o sentirán mi enojo, mi irá, incluso puedo lastimarles, herirles o matarles. Mi ley es implacable ya que no tengo límites, yo gozo sin miedo al castigo, incluso olvido al castigo y sus represalias, olvido el dolor que sea ajeno y así olvido momentáneamente al mío que es lo único que me importa. Reconozco odio el Patriarcalismo ya que el matriarcalismo es mi adoración. El padre simbólico, el nombre del padre hace su aparición y es entonces cuando vuelvo a recordar mi anarquía debe ser controlada, que mi narcisismo debe ser sustraído. La ley exige al transgresor, al que se comporta como niño sin serlo y sabe o debería saber actuar en base a la razón. Ya no puedo herir sin temer ante el ojo que todo lo mira, aun puedo herir pero con miedo mas tengo que civilizar mi agresividad, eso tan inherente que se encuentra en los profundo de la humanidad, así convivir y tolerar al que no es como yo, al que no se me asemeja a mi y no me deja poner mis deseos sobre ellos y desplazar mi herida narcisista a otra distracción, suprimir mis energías destructivas y tornarlas a mi y desembocarlas en ideas, prácticas, hechos que me enferman literalmente. Así por el bien de los demás sufro en secreto y somatizo enfermedades nerviosas que alteran funcionalmente mi cuerpo y mi mente, no es raro me deteriore y dañe los órganos más vulnerables de mi cuerpo, no es extraño que sufra enfermedades mentales y nerviosas debido a la cultura: depresión e ira son el pan de cada día y una lenta y muy dolorosa muerte llega de mis sentidos. Así la humanidad seguirá existiendo, se evitarán desde los pequeños problemas hasta las guerras y claro fingiré seguir este camino que promete la utopía aunque yo sepa que esto es un sueño, ya que que la mayoría se queja y son meros actores sociales, difícilmente quiere transitar por las vías de la normalidad y la seriedad donde se respete a los otros y no pase por encima de los demás.

La lucha continúa el Yo sigue cambiando no sabe si darse gusto con el Ello o por otra lado someterse a la castración de los deseos.

Reflexiones psicoanalíticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora