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Y ahí estaba él. Parado frente a la fiesta más grande de toda su vida; a pesar de haber estado en miles de fiestas antes, se sentía tan nervioso como la primera vez.

Se había colado de casa para ir a ese lugar a pesar de las miles de advertencias de su hermano sobre no asistir, pero ¿Por qué obedecerle? Si ya tenía 17 años, desde su punto de vista estaba en todo su derecho de salir y divertirse como un adolescente normal.

Miró una vez más la hora. Eran las 10:15 p.m, eso le dejaba casi dos horas de diversión antes de que su hermano llegase, pues él también había sido invitado a la fiesta.

¿Como es que un chico de prepa estaba en una fiesta universitaria? Bueno, Naib tenía muy buenos amigos lo cuales se habían graduado hace un par de años, además de ser compañeros de casa del cumpleañero.

— Oye. - Le llamó la atención su mejor amiga tocando su hombro. — Deja de mirar la hora, tienes tiempo de sobra. Después de todo Jack viene hasta las 12, ¿No?.

— Lo sé Martha, pero no dejo de sentirme...

— ¿Culpable? - Interrumpió Antonio uniéndose a la conversación. — Típico complejo de niño bueno, ¿Es la primera vez que te escapas de casa?

— Me gustaría decir que sí. - Antonio se río y devolvió su cabello con zaña. — Agh, Idiota.

— Sólo relajate big boy, no olvides por quien viniste. - El azabache sonrió y se adentró en la fiesta dejándoles atrás.

— Odio admitirlo, pero Antonio tiene razón. - Sonrió de medio lado la castaña. — Viniste para invitarla a salir, ¿no? Portate cool e impresionala.

— Haré lo mejor que pueda. - Antes de poder decir nada, Martha le tomó del brazo y le obligó a adentrarse en el lugar.

La casa era enorme por fuera, pero por dentro se venía extremadamente pequeña gracias a la gran cantidad de gente que yacía ahí, probablemente toda la universidad se encontraba ahí. La música estaba a todo volúmen o inclusive más, gente bailando por todas partes, bebiendo,  fumando y besándose con desespero en cada rincón.

— ¿¡Puedes verla!? - Gritó Naib en el oído de Martha para que pudiese escucharle entre tanto bullicio.

— ¡Creo que acabo de verla por la cocina! - Respondió a grito partido y le tomó de la mano. — ¡Sigueme!

Juntos empezaron a movilizarse entre aquél mar de gente con gran dificultad, siendo manoseados en algunas ocasiones y recibiendo palabras de ligue un tanto bobas como ingeniosas; no podía enojarse, estaban ebrios después de todo.

Vaya sorpresa cuando todos se giraron en dirección a las escaleras y empezaron a brincar alzando las manos.

— ¡Feliz cumpleaños Norton! - Fue lo que gritaron al unísono al ver al cumpleañero bajar por las escaleras.

Naib le restó importancia; cierto que era su fiesta pero era no era la razón por la que había asistido. Lograron llegar a la cocina y cruzando el umbral de la puerta, la vio sentada en la isla charlando con una chica.

— ¡Naib! - Sonrió y bajó casi en enseguida de la isla y se acercó a él para abrazarlo. — ¡Viniste! 

— ¡No iba a decepcionarte, ¿O si?! - Correspondió al abrazo con todo gusto.

— ¡Hola Martha! - Saludó a la castaña y esta correspondió el gesto.

— ¡Hola y adiós! - Naib rompió el abrazo y miró a su amiga desconcertado.

Midnight boy ;; Identity VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora