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Capitulo alterno donde cinco nunca viaja en el tiempos y se queda para la muerte de Ben*

Estábamos en la mesa almorzando como siempre solo que está vez no estaba Ben, no dejaba de ver su asiento vacío hasta que unas palabras me distrajeron. Las palabras necias de cinco diciéndole a padre que viajaría en el tiempo, una mezcla de enojo con sufrimiento se apoderó de mi en ese momento.

Ya basta cinco! - exclamé dándole un gran golpe a la mesa y levantando me después

Número ocho - me miró padre molesto al igual que antes con cinco

Llamarme de esa manera no cambiará nada padre - lo mire furiosa - tu, siéntate - ahora miraba a cinco - ahora! - me miró serio y confundido pero obedeció - por si no te has dado cuenta déjame te digo que nuestro hermano murió por nuestra culpa - le reclamaba a cinco

No fue nuestra culpa - me corrigió Allison

No Allison, te aseguro que si hubiéramos estado ahí la historia seria diferente - sentí una lagrima correr por mi mejilla - asi que no digas que no lo fue por qué la culpa es completamente nuestra - seque con brusquedad las lágrimas y volví a mirar a cinco - crees que es gracioso? - sonreí sarcástica - tu número cinco, eres un niño inmaduro de 13 años que juega a portarse mal, crees que desobedeciendo a tu padre y rompiendo las reglas serás admirado, pero te cuento algo... No es asi. No sabes ni la mitad de lo que deberías al respecto así que no puedes venir y exigir un viaje en el tiempo, cosa que por cierto no sabes hacer - todos me miraban algo sorprendidos y atentos, en especial cinco y padre quienes me miraban confundidos y molestos - dime qué me necesito hacer para que entiendas, para que se te grabé en la cabeza que las posibilidades de viajar y regresar ileso son ¡nulas!. Y te ruego que dejes de pensar en ti un maldito momento, quiero que veas a las personas que te rodean y te des cuenta que esa silla está vacía - señale agresiva la silla de Ben - por qué el niño que se sentaba ahí acaba de morir - suspiré con sufrimiento y le di una gran patada a la mesa de la desesperación - maldicion cinco!, La silla está vacia! No puedes hacer esto, mírame a los ojos y dime qué te arrepientes por qué juro que te haré olvidar hasta como llamas - solloze una vez más y hablé con dificultad - perdí un bendito hermano cinco!, y estás imbecil si crees que voy a perder otro, así que te vas a sentar ahí, te vas a callar y te vas a comer ese maldito filete! - Mis hermanos me miraron entristecidos por todo lo que dije y padre me miró con un gramo de admiración por haber silenciado a cinco, padre asintió su cabeza a mi, suspiré y me senté al fin, seque mis lágrimas y volví a comer como si nada hubiera pasado al igual que todos

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