Los profesores empezaban a entrar en sus respectivas aulas junto con los estudiantes acomodados en una fila pasando ordenadamente dejando sus charlas atrás.
La mañana apenas comenzaba, estaban cursando historia una de sus materias menos y más favoritas, le gustaba pues sabía mucho de ella pero no le gustaba ya que tenía que hablar (exposiciones, trabajos orales, presentaciones, etc...) en eso se basaba el maestro durante sus cuarto horas de clases, preguntas y charlas. Luego tocaba una hora de psicología, lo que era charla y charla entre alumnos con problemas, como ella, solo que ésta no hablaba, prefería guardarse sus preocupaciones para sí misma, nadie tenía por qué estar escuchando sobre eso, era como una forma de revelar su punto débil.
-Niños, saquen sus libros y empecemos con la clase- tomó asiento detrás de su escritorio y ojeó algunas hojas del mismo libro que todos tenían.- tema diez, por favor- bien, solo una actividad escrita- pensándolo mejor...tema doce, quiero que me conversen un poco antes de salir de vacaciones!- sonrió amistoso a todos.
Una ola de quejidos y maldiciones se escucharon por doquier. “Sigan así” rogó mentalmente pero el hombre anciano los detuvo.
-Oh, ¿eso quieren? Bien, tema veinte- rió y todos instantáneamente se arrepintieron, algunos con más quejidos y otros solo negando con la cabeza repetidas veces- bueno, pues vamos, trabajen!
* * *
Psicología...
“Que idiotez, si quieren compartir sus problemas vayan a un psicólogo, ¿por qué esto es una materia?” un suspiro de fastidio “este día si que está largo...quizá deba de dejar de pensar y dormir un poco. Sí, suena genial, claro, si quiero despertar en un callejón medio muerta. Demonios” rió por lo bajo por la sola idea. “Trabajo, eso es lo que quiero, siempre y cuando no esté en este país, será genial ser vista por televisión, todos éstos...emm, éstos algo, no sé” volvió a reír lo cual fue un error ya que al alzar la vista notó que una chica a unos asientos delante de ella lloraba. “Uh' trágame tierra”.
-Qué le causa tanta gracia señorita?- interrogó la joven mujer que daba la clase- ¿a caso se burla usted del sufrimiento de los demás?- “De echo” quiso responder pero no tenía las agallas. Así que solo negó un poco con la cabeza sin decir palabra alguna- entonces deje de reír como demente, compórtese- un asentimiento.
“Maldita bruja” la fulmino discretamente con la mirada y siguió hablando en su mente “tal vez si esté loca, demente, como dice la vieja esa. Genial, soy una loca, esa será mi excusa si llego a matar a alguien un día de estos” sonrío.
“Locura es lo que se filtra por mis venas, adrenalina combinada con emoción...de esto se basa mi vida, claro, no la vida que todos ven que vivo, sino ésta que está en mi cabeza, la oscura, maravillosa y extraña mente que tengo...”
/Narra la chica/
-Psss, oye, tú, chica, psss!- a un lado de mi una joven muchacha pálida me llamaba mediante susurros. Voltee a mirarla y una sonrisa apareció en su rostro- también te diviertes ¿no?- sus ojos llenos de curiosidad y emisión.
“¿Qué? Me está hablando a mi, woo, ¿por qué? ¿Le respondo? ¿Le sonrío?” mi mente entró en estado de pánico por alguna razón.
-Oye, tranquila, harás que tu cabeza explote...- soltó una pequeña risa adorable- soy Ni- sonrió más con su mirada llena de demencia con un toque misterioso.
Y por alguna razón le sonreí. Le dije mi nombre, luego estreché su mano -fría por cierto- entonces comenzó a hablarme, no de su vida, sino de la mía, no del modo acosador, ella decía “creo que es fantástico que tu mente sea tan abierta y a la vez cerrada, justo como la mía”
"Es difícil hacer amigos, es fácil perderlos "
