June se encuentra acostada en su cama mientras mira al techo y platica un poco con su hermano Feyker quien está recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados; aunque últimamente todo había sido un caos hablar con él luego de haberlo creído muerto durante tantos años lograba ponerla de muy buen humor además de distraerla de todas sus preocupaciones, desde que su manada ahora está más dividida que al inicio y todos se niegan rotundamente a dirigirle la palabra, hasta que sus sueños y visiones cada vez son más amenazantes.
La chica desvía la mirada del techo y la dirige hacía su hermano notando así que este se encuentra más pensativo que de costumbre así que decide preguntarle sobre ello.
June: ¿Sucede algo? –pregunta al tiempo que alza ligeramente una ceja-.
Feyker: June...sabes...¿Sabes que tengo que irme no? –dice soltando un suspiro-.
La chica se levanta de golpe de la cama y añade frenéticamente.
June: ¡¿Qué?! ¿Irte? Pero si acabo de recuperarte no puedes irte ahora, además ¿Por cuánto tiempo sería?
Feyker: No lo sé, tal vez por un par de años.
June: ¡¿Años?! –aquella noticia la había dejado totalmente en shock-.
Feyker: Yo –el chico desvía ligeramente la mirada al tiempo que se rasca la nuca- Tengo que arreglar unos problemas, no quiero involucrarte ni tampoco que te pase nada malo, además ahora tienes personas que dependen de ti y yo en este momento no soy más que una carga.
June: ¿Una carga? Eres mi hermano Fey ¿Cómo puedes decir algo así? Ahora eres parte de la manada, mi responsabilidad y yo... -Feyker la interrumpe antes de que termine la frase-.
Feyker: ¿Parte de la manada? –suelta una ligera carcajada- Por favor June, no seas ingenua, ellos sólo me toleran porque tú eres la líder.
La conversación poco a poco iba subiendo de volumen.
June: ¡Eso no me importa! Eres mi hermano ¿O acaso ya olvidaste que cuando éramos cachorros prometimos siempre estar el uno para el otro? Déjame protegerte, soy más fuerte ahora y... –el chico la interrumpe nuevamente-.
Feyker: ¡Ya no soy ese cachorro que conociste! Sólo míranos, tú has formado una nueva manada y yo... ¡¿No ves que intento protegerte tonta?! No quiero perderte de nuevo ¡¿Olvidas que fui yo quién te salvó la vida?!
June no podía creer lo que estaba pasando, él tenía razón, ahora no lo reconocía en absoluto, las lágrimas comienzan a bajar por sus mejillas pero de su boca no sale ni una sola palabra. ¿Cómo podía ser tan cruel? Claro que no olvidaba que gracias a él, ella seguía con vida, jamás pudo sacar ese recuerdo de su mente, hubiera dado todo por cambiar de lugar con él, por haber sido ella la que sacrificara su vida por él, durante varios años esa escena la persiguió y atormentó incluso en sueños. ¿Qué había pasado con aquellos cachorros que paseaban en el bosque? Los recuerdos de su infancia comenzaron a invadir su mente, jamás había visto a su hermano de esa manera, y le dolía mucho la actitud que estaba tomando ¿Cuándo fue que cambiaron tanto? ¿Acaso era culpa suya? Aquel último pensamiento que durante tanto tiempo la corroyó por dentro volvió a partirle el corazón.
Su hermano sólo la observaba en silencio hasta que al fin decidió decir algo.
Feyker: Yo...tengo que irme –el chico se voltea de espaldas para abandonar la habitación pero antes de irse añade secamente- Cuídate¿Quieres?
Tras decir esto sale inmediatamente de la habitación.
June: ¡Fey! ¡Espera!
Ella intenta seguirlo pero el maestro aparece delante suyo y la detiene.
Black: Déjalo ir, él tiene que hacer un viaje y desgraciadamente tú no puedes ayudarlo ahora, además es lo mejor, al menos hasta que las cosas se calmen –añade en tono tranquilo pero con mirada seria-.
June: Pero es mi hermano, no puedo dejar que se vaya así, acabo de enterarme que sigue vivo –las lágrimas seguían brotando de los ojos de la chica-.
Black: Lo sé, pero no puedes derrumbarte ahora, tu manada te necesita más fuerte que nunca, no olvides que tienes una gran responsabilidad no sólo con tu tribu sino también con Gaia. ¿Por qué no descansas un poco? Mañana tienen que hacer una misión muy importante.
La chica sólo asintió con la cabeza al tiempo que cerraba su puerta, acto seguido se tumbó en su cama y sollozó un poco, ella sabía que debía ser fuerte, eran tiempos muy difíciles para todos los Garou y el que su hermano haya partido era el menor de sus problemas, sin embargo no podía evitar que le doliera, una vez más se sentía como aquella indefensa cachorra que despertó confundida y asustada en medio del bosque, sin embargo esta vez no se encontraba su mentor para consolarla.
Pasaron varias horas hasta que al fin se quedó dormida, pero me he adelantado mucho, antes debo contarles el inicio de esta historia.
ESTÁS LEYENDO
Antes de que la sangre se corrompa
WerewolfUn mal inminente aqueja a la humanidad desde épocas ancestrales y ésta no tiene ni la menor idea, sin embargo un grupo escaso de guerreros está dipuesto a luchar por Gaia (la Madre Tierra). ¿Que les esperará a nuestros peculiares guardianes? Descúb...