32 Piedra labrada (IV)

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La calle Luomei era la más prospera en el Distrito Wolong. Había muchos ciruelos rojos entre las casas a los dos lados de la calle y en invierno, especialmente en días nevados, los pétalos rojos de los ciruelos caían sobre la nieve, haciendo que parecieran estrellas. Toda la calle era considerada una vista reconocida de Wolong, era realmente hermosa y por eso había recibido el nombre de calle Luomei.

Había posadas, tiendas de empeño, restaurantes, bares y naturalmente otros tipos de tiendas que son indispensables. Había de tres a cinco tiendas de ropas, intercaladas entre tiendas de maquillaje y joyería.

Xue Xian era difícil de complacer, estaba enredado alrededor de la muñeca de Xuan Min y no quería que los transeúntes lo vieran, pero tampoco quería que la manga lo cubriera. Quería que Xuan Min se arremangara lo suficiente para que sus ojos tuvieran la vista libre, pero la manga seguía bajándose una y otra vez, y él se la pasaba molestando a Xuan Min para que se la acomodara de nuevo.

¿Cuál era el problema con que se estuviera arremangado en la calle?

Al principio, Xuan Min le había dicho algo, pero después de que le rezongó más y más, Xuan Min lo miró de reojo y simplemente agitó la manga para cubrirlo completamente. Sin importar que tanto se quejó debajo de la manga, no lo dejó volver a asomarse.

Xue Xian se quedó quieto y ausente en la obscuridad por un tiempo, y, sin decir una sola palabra, dejó una marca de mordida en cada uno de sus dedos, mordiendo desde el pulgar hasta el meñique y finalmente se quedó ahí aferrado.

Xuan Min movió su meñique dos veces y vio que no servía de nada, por lo que simplemente lo dejó pasar, como si él no fuera el que estaba siendo mordido.

De hecho, hablar de que tan enojado estaba Xue Xian no era suficiente. Él realmente tenía un mal carácter, siempre sentía que se iba a ir al cielo en cualquier momento y estaba acostumbrado a ser arrogante, por lo que no dudaba en hacer lo que quería siempre. Sin embargo, eso no significaba que realmente se enojaría al encontrarse con asuntos triviales.

La razón por la que se estaba comportando tan mal era simplemente porque quería molestar a Xuan Min.

Al principio era porque Xuan Min había aceptado a Xue Xian y eso lo hacía sentir un poco incómodo respecto a su dignidad. Ahora, se le había hecho una costumbre crear problemas, como si se sintiera incomodo si no encontraba una forma de interactuar con Xuan Min. Incluso cuando habían pasado por varias situaciones peligrosas, la inquietud inicial había desaparecido hace mucho tiempo y aún no podía evitar comportarse de esa manera de vez en cuando.

Probablemente porque Xuan Min era demasiado indiferente y tranquilo, completamente diferente a cualquier persona con la que se había topado Xue Xian en el pasado, tanto que siempre quería provocar a Xuan Min, queriendo ver como se comportaría este burro calvo cuando dejara de ser tranquilo e indiferente.

Tal vez estaba aburrido y quería entretenerse con este burro calvo... Xue Xian lo pensó.

De hecho, incluso esa introspección ocasional, también era inaudita para este ancestro. Hablando a grandes rasgos, él generalmente sólo se preocupaba por descansar o por comer.

Xue Xian sintió que tenía hambre, por lo que bajó la cabeza con pereza, mirando el extremo de su cola que se balanceaba con los pasos de Xuan Min y dijo. "Burro calvo, aún me debes una comida."

A Xuan Min no le gustaba la idea de parecer que estaba hablando solo mientras caminaba por la calle, por lo que lo ignoró.

Inesperadamente, la criatura malvada soltó la mordida que tenía en uno de sus dedos, movió las garras y trepó unos cuantos pasos sobre su brazo, continuó trepando por todo el brazo hasta llegar a la línea del cuello. "¿No me escuchaste? Entonces te hablaré cerca del oído."

-Monedas de Cobre- Libro 2 Sin NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora