Rachel estába en el calabozo, esperando a lo que sea que estuvieran apunto de hacerle.
Desde que estaba ahí no hicieron mucho salvo golpearla sin cansancio. Lo había resistido mejor de lo que esperaba, pero probablemente estaban discutiendo sobre hacerle algo peor.
Lo único relativamente grave fue el corte que le hicieron para sacarle el rastreador. Seguía sangrando. No les importó en lo más mínimo las consecuencias que eso podría traerles.
El trapo en su boca era un golpe bajo. La habían dejado sin aire tantas veces que casi se ahogaba, debido a que no podía respirar correctamente.
Finalmente la puerta se abrió y ambos hombres volvieron a entrar.
"Rachel, lo digo en serio" Él se veía cansado "No quiero llegar a extremos, pero no tendré reparos en hacerlo si te vuelves a negar"
Ella miro como el otro hombre dejaba un balde con agua en medio de la habitación, y supo lo que iba a pasar, pero no le importaba en lo más mínimo, ni mucho menos mostró signos de pánico o miedo. Básicamente siguió con la misma expresión sería de hace minutos.
Él se acercó a ella y sacó el trapo de su boca, antes de presionar un cuchillo sobre su mejilla con tanta fuerza que esta comenzó a sangrar "No pienso volver a repetirlo"
"Yo tampoco" Jadeó Rachel.
Él alejó el cuchillo de su mejilla y fue detrás de ella. Notó como comenzaba a sacarle las cadenas que la inmovilizaban contra la pared, pero no pudo disfrutar de esa libertad antes de que volviera a atar sus manos con un soga.
Rachel gruñó de dolor cuando él la agarró del pelo y la arrastró hasta el balde. Una vez ahí, la soltó y su cabeza se estrelló contra el suelo.
"Última oportunidad" Insistió él.
"Bla bla bla. Hablas mucho"
Él volvió a agarrarla del pelo y hundió su cabeza dentro del balde. Rachel apenas tuvo tiempo de agarrar un poco de aire, de modo que no tardó mucho en ahogarse.
Intento luchar contra él, pero era inútil. Sus manos y pies estaban atados y, aunque no fuera así, estaba muy débil como para darle una paliza o por lo menos intentar liberarse de eso.
Parecía apunto de morir ahogada, cuando él saco su cabeza del balde y la tiró al suelo.
Rachel comenzó a toser, sacando el agua de su cuerpo, y al instante comenzó a respirar.
Notó como él volvía a agarrarle el pelo, entonces tomó todo el aire que pudo antes de que la volviera a sumergir en el agua.
Siguió así un rato, hasta que finalmente la saco y no volvió a sumergirla.
Rachel estába muy mal. Su cuerpo estaba helado, repleto de moretones y adolorido.
No eran cosas difíciles de curar, pero eso no pasaría si nadie se enteraba de lo que estaba sucediendo.
"¡Maldita sea!" Gritó el hombre, a la vez que se posicionaba sobre ella y le sujetaba el cuello, estrangulándola.
Rachel se mantuvo ahí, quieta, esperando a que la mataran de una maldita vez. Sus pulmones ardían, el cuello le dolía y probablemente eso dejaría marcas...
Eso no llego a durar ni diez segundos, antes de que se escuchara un fuerte estruendo y varios disparos y gritos fuera de la habitación.
Él la soltó y le levantó, mirando al otro hombre "Ve a ver que ocurre"
Él asintió y, apenas salió, se le escucho gritar.
"Mierda" Se acercó a Rachel y la golpeó en el rostro, dejándola inconsciente. Luego se colocó junto a la puerta, cargando una pistola.
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Página En Blanco
FanfictionA pocos meses de volver a la vida, Jason le es devuelto a Bruce por Talia Al Ghul, debido a que las cosas no salieron como lo planearon y Jason salió del pozo de lazaro sin ningún recuerdo. Una mentira, un amor imposible, una desicion. ¿La dejará m...