Chapter IV, Final: La mejor jodida persona del mundo.

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En el amor, como en la guerra, todo se vale...

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Playlist para este capítulo:

♪Rakku raifu - namae o yobu yo♪

♪Sleeping At Last - Hearing♪

Algunas veces, debes ser lo suficientemente testarudo para lograr hacerte notar.

Tengo muy pocas opciones para formar parte de su vida, pero tampoco es como que no pueda crear mis propias oportunidades, y ahora, a base de un muy bien estudiado plan, me dispongo a hacer uso de todo tipo de herramientas que me ayuden a lograr mi objetivo; el chantaje emocional incluido si es necesario.

Le he dicho a Isabel que su mejor amiga está hospitalizada, por lo que me he visto en la obligación moral, que conveniente para mí, de llevarla a visitarle.

Mikasa estará un tiempo aún en observación, pues, si bien ha logrado recuperarse con rapidez, al parecer los médicos consideran que es necesario continuar vigilantes ante cualquier reacción adversa; no obstante, lo más adverso que he logrado atisbar hasta ahora, es su semblante tenso cuando me ve cerca.

No, eso no me va desanimar, eso solo me hace ver que aún tengo posibilidades, pues es bien sabido y, una verdad universal, que, si una mujer te odia nada está perdido. No así cuando, lo único que le provocas es indiferencia; ahí si preocúpate, para ese punto, lo más probable es que ya todo se fue a la mierda.

Día 1. Llevo a mi hermana a visitar a la convaleciente, pero no por eso menos orgullosa, Mikasa Ackerman. Estuve, lo más que pude, dentro junto a ellas hasta que mi hermanita, la malagradecida, me pidió que les de espacio.

Esto no es lo que esperaba, tampoco es como si pretenda enamorarla con solo verla fijamente, pero no creí que Isabel tampoco me quisiera ahí, ¿ahora cómo demonios voy a seguir desarrollando el magnífico plan que armé?, el cual consiste en obligarla a soportar mi presencia, hasta que no tenga más remedio que aceptarme a su alrededor, luego de eso, creo que sería prudente seguir importunándola con mi presencia, hasta que asuma que soy un apéndice de su cuerpo y que no puede vivir lejos.

¿Simple no?

Luego de que Isa salió de la habitación volvimos a casa, en tanto volvíamos, traté de sacarle algo respecto a la chica que ronda mi cabeza el 70% de mi tiempo, pero, para mi desgracia, parecen haber pactado confidencialidad o que se yo, porque no logro nada.

En los días siguientes, hacemos lo mismo, yo llevo a mi hermana rumbo al hospital, Mikasa me mira mal, Isabel me echa de la habitación, yo espero afuera dando vueltas como perro envenenado, Isabel sale en completo mutismo, yo trato de interrogarla, aunque no se me da nada bien y, al final, vuelvo a quedar igual que al principio.

La única diferencia es que hoy, el día 16, Mikasa ya no me mira mal, solo no me mira; con Isabel son todas sonrisas, y entonces recuerdo la fórmula del éxito y lo contraproducente de la indiferencia.

Chica + indiferencia = penoso y agonizante fracaso.

Debo tomar cartas en el asunto, de nuevo estoy caminando en círculos en la sala de estar, esperando que Isabel salga. Una vez que lo hace, me dirijo a ella de forma seria, mas no tosca.

-Isabel, necesito hablar con Ackerman. ¿Podrías esperarme un momento aquí?

-Mira Levi, ¿sabes? Mika está algo sensible, no creo que sea buen momento...

-Tú tranquila, seré breve. Le debo una disculpa a la mocosa.

Ella asiente, no muy convencida, pero al final sonríe.

La mejor jodida persona del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora