Tal Vez En Otra Vida [Rengoku X OC]

PRÓLOGO

─Injusto─ Era lo que pensaban ─Egoísta─ Era lo que pensaban ─Culpable─ Es como se sentían. Porque, ¿Cómo pensar que podrían ser felices en el mundo en el que les tocó vivir? ¿Cómo pensar que podrían estar juntos aun sabiendo quienes eran y lo que hacían? Ambos lo sabían, ambos lo entendían y aun así no les importó, porque las emociones no pueden controlarse, ni los sentimientos reprimirse, bien dicen que lo prohibido es lo que más se desea, pero ellos lo sabían.

Y no les importó.

El entregó cuerpo y alma a su deber, entrenó y se rompió innumerables veces para mejorar, juró y prometió proteger y salvar a costa de su vida.

Ella fue salvada, agradeció y se obligó a devolver el favor, apoyó, sirvió y cuidó de quien lo necesitara.

Pero ¿Quién hubiera imaginado que las cosas terminarían así?

El la salvó, "Los fuertes nacen para proteger a los débiles", era su convicción, era su principio. Ella le agradeció, "Brindar apoyo y devolver el favor" era lo que sentía. Y sus lemas, sus creencias y su confianza los traicionó.

Ellos lo sabían, jamás tendrían una vida normal, jamás asegurarían regresar sanos y salvos, un milagro sería si llegaran a envejecer. Sabían que los sentimientos no debían formar parte de sus vidas.

Y no les importó.

El la salvó y ella agradeció. Y tan seguro como la noche viene después del día, la química entre ambos hizo reacción. Se preguntaron, ¿Por qué no?, querían ser egoístas, querían sentirse el uno al otro, querían olvidar a donde pertenecían, querían amarse a pesar de no ser justo.

Decidieron no pensar en el mañana, pero el destino es cruel y el tiempo fugaz. Y su primer y último beso no supo a un comienzo, sino, a un final. Si, por supuesto que lo sabían, él no iba a volver y ella aprendería a vivir con una herida en su corazón que jamás lograría sanar.

Entregó su vida a su deber, de rodillas en el suelo y con una herida atravesando su cuerpo, se sintió culpable, porque no priorizó el regresar a donde estaba ella, no, su principio siempre fue "salvar y proteger a costa de su propia vida". Fue egoísta y dio su último suspiro deseando con toda el alma volverla a ver.

Lejos de ahí, en el mismo momento, ella lo comprendió, una lágrima dolorosa brotó de su mirada y girándose a ver al amanecer que tanto le recordaba a él, de sus labios soltó "tal vez en otra vida"

Ellos lo sabían.

Y al final si les importó.