Capítulo 3
-Clase, como ya se los dije hace una semana, el objetivo de esta academia es entrenar monstruos para que se adapten a la sociedad humana..... Eso significa que...- La profesora Nekonome dejó de escribir en la pizarra y se volvió hacia sus alumnos con una sonrisa en su rostro -¡A partir de hoy, todos tienen que involucrarse en las actividades de algún club escolar!-
-¿¡Qué!?-
-¿En serio?-
-Qué lata-
-(¿Un club escolar?)- Naruto dejó de escuchar a sus compañeros de clase y ahogó un bostezo contra el dorso de la mano -(No me parece para nada interesante-ttebayo)- Hincó un codo sobre el pupitre, y apoyó la barbilla en la mano -(Espero que no sea obligat..)-
-¡Les aconsejo que se escriban en un club si no quieren reprobar el año, es obligatorio!-
El Uzumaki entornó los ojos -(Como si no hubiera dicho nada, me cago en todo)-
-¡En un club obtendremos un mejor entendimiento acerca de los humanos al experimentar actividades que ellos practican!- La profesora Nekonome volvió a sonreír y con su puntero golpeteó la pizarra llena de diagramas. -Para transformarnos en humanos a la perfección debemos comprender sus vidas ¿Les quedó claro?-
-¡Sí!-
-Bien- La mujer asintió, sin borrar la sonrisa de su cara -Hoy tienen el día libre para que puedan visitar muchos grupos de actividades y decidan en cuál quieren entrar... Ah, si pueden, por favor, visiten el club que yo superviso, el de periódico escolar. Ahora pueden marcharse-
Naruto se levantó de su asiento al igual que todos los demás en el salón, y miró hacia el pupitre donde se sienta Moka habitualmente. No se sorprendió al verla ya parada. La emoción de la pelirrosa era palpable, se podía ver a través de la enorme sonrisa que se había dibujado en su cara y del brillo en sus ojos verdes.
Ella se acercó a él a grandes pasos -¿Estás listo para visitar los club, Naruto-kun?-
El rubio asintió mientras miraba por el rabillo del ojo a Tsukune y Mizore salir del salón -Claro, pero espero que no sea aburrido-
-Estoy segura de que no será nada aburrido, vamos- Ella lo agarró de la mano y lo jaló hacia la puerta
-¡Si nos les importa, yo también quiero unirme!- De pronto, Kurumu saltó sobre la espalda de Naruto, aferrándose a su cuello, y envolviendo sus piernas alrededor de su cintura.
El rubio se sobresaltó, sorprendido por la repentina acción e instintivamente soltó la mano de moka para sostener a la súcubo por sus muslos bien formados. También no pudo evitar sonrojarse cuando sintió los pechos de la peliazul presionándose insistentemente contra su espalda, y se avergonzó aún más cuando ella empezó a mordisquearle el lóbulo de su oreja derecha y luego besar su cuello.
Kurumu se había vuelto mucho más atrevida con él desde hace unos dos días.
Ella sopló ligeramente en su oído -¿Naruto-koi, no habrás pensando irte sin mí, verdad?-
-B-bueno... yo- Naruto pasó saliva e inconscientemente subió sus mano por debajo de la falda de kurumu, con sus dedos hundiéndose ligeramente en la curva inferior de sus nalgas.
La peliazul no pudo evitar sonreír complacida por ello, pero duró poco.
-Kurumu...- Moka tenía las manos cerradas y estaba fulminando con la mirada a la súcubo. -Deja en paz a Naruto-kun-
La peliazul frunció el ceño, no le gustó su tono, pero aun así decidió bajarse de la espalda de Naruto.
-Bien..- El rubio carraspeó para salir de su aturdimiento e ignorar las miradas de sus compañeros de salón, y se centró en Kurumu -Si quieres venir con nosotros, no hay ningún problema en absoluto. Solo te pido que no intentes buscar pelea con Moka-chan-