Sin pensarlo

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_Realmente no hay nada más delicioso que un dulce cacero,no es asi?_

Dejando la cucharilla a un lado del platillo, el peliverde limpiaba el filo de sus labios con aquella servilleta dando gracias por aquél delicioso momento junto a una leve sonrisa

_Estuvo delicioso su pastel de arándano señora Midoriya,me gustaría probarlo en otra ocasión_

Ambos jóvenes daban las gracias por ese dulce aperitivo,haciendo que la matriarca se sonrojara levemente por sus cumplidos

_Vamos chicos no es para tanto,pero me alegra que les haya gustado y sobre todo a ti pequeña Uraraka y con gusto puedes venir a esta casa, serás bienvenida_

Ya de por sí,las mejillas de la castaña eran rosadas, pero las palabras de la señora Midoriya fueron especiales para ella, ser aceptada en un lugar que no era precisamente su lar hizo que su pecho sintiera paz y alegría
Al mismo tiempo el joven de la casa atraído por aquel momento no dejaba de sonreír

_Yo, yo creo que se está haciendo tarde, esto creo que dejé mí celular aqui_

Algo nerviosa buscaba su celular que se encontraba dentro de su maletín

_Tienes algo que hacer?_

Preguntaba el peliverde al ver como la chica metía su mano derecha y rebuscaba dentro de su bolso con la intención de hallar aquel objeto

_Bu..bueno ,no ...no es que tenga algo que hacer,solo... sólo..._

Al hallar su celular lo tomó con ambas manos apretándolo levemente,las palabras que deseaba pronunciar no salían de sus labios como ella quisiera

_Hijo,es mejor que la acompañes a casa,de seguro estará un poco lejos,no es así Pequeña?_

Entraba nuevamente a la sala,la madre del anfitrión mientras se secaba sus manos con un pequeño pañuelo y algo preocupada

_Yo creo que sería bueno, el lugar es tranquilo,pero no podemos fiarnos de lo que pueda pasar,así que Izuku por favor acompañala_

_Eh? No!! No es necesario puedo regresar a mí casa con total tranquilidad,no deseo molestarlos,ya con lo ofrecido este día_

Alborotada y sonrojada hasta las orejas la castaña se colocaba su saco y su maletín sobre su espalda encaminándose hasta la puerta del recinto

_Espera Uraraka ,mí madre tiene razón, voy a acompañarte hasta donde sea necesario, iré por una polera, enseguida regreso_

Quedándose las dos a solas,la madre del peliverde no dejaba de sonreír al ver a la castaña nerviosa,si no se equivocaba recordó sus momentos mozos y como actuaba al lado de que una vez fue el padre de su unigenito

_Vuelve pronto pequeña, ya sabes que serás bienvenida ésta es tu casa_

Dando una pequeña reverencia hacia la joven despidiéndose de esa manera

_Es un honor para mí señora Midoriya_

Realizando el mismo acto para la matriarca

_Bien aquí estoy, mamá enseguida vuelvo_

Abriendo la puerta para dar pase a su acompañante

_De nuevo muchas gracias espero volver a verla pronto_

Terminando aquellas palabras con una dulce sonrisa dejando a la señora en medio de aquél lugar aún con la emoción que la embargaba

_Espero que no te hayas sentido incomoda,a veces podemos actuar algo extraño,ya que no estamos acostumbrados a tener alguna visita_

Asi ComenzóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora