Incómodos

69 10 1
                                    

_Ya..~ ..ya no puedo más!!~_

Agotado y sin fuerzas caía de rodillas el joven rubio, su respiración agitada junto a las gotas de sudor que recorrían por su frente y el filo de su rostro

_No..creo que ..Mi ..Mineta llegue hasta aquí!..._

Acomodándose sobre el suelo buscaba la manera de recuperar el aliento
Mientras el chico heterocromatico se apoyaba a sus rodillas con su respiración entrecortada

_No..no se porque tuve que seguirte hasta aquí!!_

Tomando compostura limpiaba a raz el sudor que caía por su mentón con la parte superior de su mano

_Vamos ,tómalo por el lado bueno, hemos estado ejercitandonos_

Respondía con una alegre sonrisa

_ ... _

Un silencio se hizo presente dejando que las miradas de ambos chicos se queden blanco

_Vamos Todoroki!! Es un momento para que te rías!!_

El rubio rascaba su cabeza tratando de que su compañero encuentre el humor de su comentario

_Tratas de ser gracioso, eso me doy cuenta,pero ten presente que no encuentro gracia alguna Kaminari_

Acomodando su traje y su mochila iba retirándose del lugar

_Ah!!..espera lo de antes yo..._

El chico bicolor se detuvo volteando un poco en dirección de su compañero de clases

_No se que buscas realmente,pero si puedo ayudar en algo...espero no equivocarme_

Dejando sorprendido al chico coqueto

_Creo que está bien, acabas de demostrarme que no deseas algo diferente con Uraraka_

En ese instante una luz se enfocaba sobre el joven heterocromático, la visión del rubio era como si aparecieran brillos y pequeñas avecillas angelicales rodeaban a su compañero

_Todoroki!!_

Sus ojos cristalinos se dejaban notar, sus manos se juntaron como si de tratara de un alma pura que apareció en el momento más indicado

_Sigue asustandome así y te dejo_

No había duda para el rubio, su amigo a pesar de todo tenía muy en fondo amabilidad

_Muchas gracias Todoroki!!!_

Ya más tranquilos sin temor que alguien los persiguiera el dúo entraron a una pequeña pero lujosa dulcería. La fachada adornada de lianas y unas macetas colgadas daban la sensación de tranquilidad
Las flores en cada esquina de las ventanas daban ese toque tierno y sobre todo el pequeño sonido de la campanilla que indicaba el entrar de un nuevo visitante

_Crees que sea un buen lugar?_

El chico coqueto miraba con admiración el lugar desde el techo hasta el piso

_Este lugar preparan los dulces más suaves al paladar_

Comentaba el chico bicolor al llegar casi al mostrador

_Oh entiendo_

Con cautela se acercaba a su tranquilo compañero, pero al verlo de reojo sabía que no estaba equivocado en preguntarle sobre su compañera de rosadas mejillas, el sabía de ella más de lo que podría pensar

Asi ComenzóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora