Capítulo II. "La Cita"

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Estoy a finales del semestre, mas no de mi carrera, las graduaciones están cerca y antes de todo eso viene la pre-fiesta, quema y lo que le siga, pero eso va dependiendo de los futuros egresados. La pre-fiesta y lo que le siga son eventos internos, pero la quema es para todos aquellos que hayan sido invitados para ser partícipes del ritual anual del fin de una vida estudiantil e inicio de una vida laboral. La quema de copias, de maestros, baile, luces, canto, cachaza (preparado de caña con jugo de fruta),el mariachi que nunca debe de faltar y la tocada (algún grupo de rock).

La explanada de humanidades se viste de fiesta en toda la semana, cada licenciatura tiene programado su día. Yo estudio en la tarde y mi horario de salida es a las diez de la noche, así que después de clases veré a mis amigas con sus novios, ellos fueron invitados por un amigo que tienen en común los peor es nada de Patty y Annie. Yo no necesito mucha invitación, ya estoy adentro y una vez al año no hace daño divertirse y con medida, así que prácticamente voy de cola y mal tercio con ellos.

Busco con la mirada a mis amigos, quedamos de vernos frente al auditorio. Observo que la quema ya empezó, veo que los futuros egresados danzan alrededor del fuego tirando en ella copias y más copias mientras cantan "Fiesta pagana" del grupo Mago de Oz. Me siento entusiasmada, en un año estaré en el lugar de ellos.

Veo las manos de mis amigos alzados indicándome que ahí están, me aproximo a ellos. Archie me ofrece un vaso con cachaza de naranja. "Estos sinvergüenzas no podían llegar con las manos vacías", un garrafón de veinte litros es demasiado para nosotros cinco. Le pregunto a los chicos la razón por la cual han traído tanta bebida. Stear me responde que no va a alcanzar... Tiene razón, todo lo que se lleva para consumo se comparte, hay grupos que llevan hasta cuatro garrafones y hay quienes no llevan.

Con vaso en mano me dejo envolver por el ambiente y la música, cierro mis ojos y me transporto al futuro... Me veo con mis compañeros de generación felizmente libre de preocupaciones escolares, abrazados en cadena formando un círculo alrededor de la fogata cantando "Cielito lindo" (izquierda, derecha, izquierda, derecha), abro mis ojos y escupo la bebida. ¡Oh por Dios! Y él; ¿De dónde salió? ¿Cuánto tiempo tiene delante de mí sonriendo como un tonto aguantando la carcajada? ¿Por qué no me dijeron nada mis amigos? No puedo evitar sonrojarme por la vergüenza, expresar palabra alguna y para colmo mis piernas no responden para emprender la huida.

-¡Ja, ja, ja!- El muy cretino se está riendo de mí, Parece que no tiene aspiraciones juveniles, es más, ni siquiera ha de soñar cosas agradables y por eso tiende a reírse cada vez que me ve. Es la tercera ocasión que nos encontramos, ¿Es el destino o la casualidad nuevamente? Como que ya es mucha coincidencia, bueno, ni tanta, desde la última vez que nos vimos hasta hoy han pasado cuatro meses.

-Eres muy extraña, me recuerdas a la "Pícara soñadora", no creas que veo novelas, era mi mamá que las veía y por ese tiempo yo era muy pequeño y con la amplia programación no había mucho que ver en la televisión durante la cena. Mariana Levy ponía la misma cara de boba que tú- Esa sonrisa de medio lado y burlona me está descontrolando.

Ahora sí me ofendí, aparte de pecosa ahora soy soñadora y boba, le doy la razón en soñadora, pero en lo demás no, solo soy fantasiosa, ¿Será por eso por lo que estudio letras y literatura inglesa? El momento no está para ofenderse ni para hacerles pasar un mal rato a mis amigos por comportarme como una niña berrinchuda. Respiro profundamente contando hasta diez, creo que es el momento de aprovechar la ocasión para saber más de él.

-Yo si vi la novela y no le veo ni un parecido conmigo, ella vivía en la luna y de la nada terminó casada con su príncipe idealizado. Por otra parte, si ponía cara de boba era porque estaba enamorada de un ideal inexistente hasta que lo encontró, y como bien sabemos, eso no existe, el amor se empieza soñando y termina en insomnio.-

-Creo que tienes problemas de amor pecosa, ¿Acaso tu novio no ha regresado de viaje?- Me dijo en un tono de burla.
Inicialmente me desconcertó su comentario, pero después recordé que vilmente le había dicho una mentira piadosa justificando mi presencia en "Spa Novias", le iba a responder, pero Archie nos interrumpió y lo agradezco en el fondo porque no sabía con certeza qué cosas le iba a decir.

-¿Acaso ya se conocían?- Nos preguntó Archie mientras los demás se acercaban a nosotros.

-Toma Granchester, la bebida de los dioses (mezcal), digno para un futuro y prominente investigador de las culturas mesoamericanas.- Le ofrece Archie a Terence.

Quién lo diría, el tipo es antropólogo, pues no lo parece, viste demasiado formal para ser uno, ni siquiera porta la rudimentaria implementada por su grupo como distintivo de generación. Tampoco es como para que ande huarachudo con pantalones a la cadera, camisetas bordadas o estampadas, collares, pulseras autóctonas y hierba verde como bandera.

-Sí-No- dijimos al mismo tiempo mirándonos de manera fugaz.

Los chicos extrañados lo miraban y me miraban, las chicas sonreían imperceptiblemente. Han de inferir de quién es él en realidad. El hecho de que me dijera pecosa fue su carta de presentación. Ellas han de estar pensando nuevamente en el hilo rojo del destino.

-Solo nos conocemos de vista, hemos cruzado un par de palabras solamente- contesté nerviosamente.

-En ese caso los presento, así podremos salir todos sin que se sientan como extraños- Miro con incredulidad a Archie, pero bueno, si traduzco lo que me quiere decir debe ser algo así "Haces mal tercio cuando nos acompañas".

El novio de Annie nos presenta. Terence Granchester es su nombre.

Nos fuimos de la quema a las dos de la mañana, todos íbamos relajados, los chicos nos llevaban al departamento, cada quien con su pareja, Terry y yo habíamos conversado un poco más, prácticamente la pasamos juntos, bailamos, tomamos cachaza y hasta cantamos, se me hizo una persona agradable, no sé si sea así o es personal, pero como disfruta incordiarme, para no conocernos inicialmente creo que se tomó sus confiancitas muy pronto. Nunca había tratado a alguien así, ni mucho menos sentirme como si él y yo tuviéramos una amistad de años. El tiempo no nos alcanzó para platicar cosas triviales y algunas pocas personales, no me considero policía como para cuestionarlo demasiado, es muy pronto, espero que no sea la última vez que nos veamos.

Llegamos a la casa, nos despedimos de los chicos de mano y beso en la mejilla, en el momento que nos tocó decirnos adiós una descarga eléctrica se sintió en nuestros cuerpos, yo me estremecí y aún más cuando él no soltaba mi mano, sutilmente se acercó nuevamente y me dijo en el oído de forma seductora: "Te veo el domingo en la mañana en los Lagos, no faltes". No pude evitar sonrojarme, ni siquiera me preguntó si deseaba ir, si estaba ocupada, nada, fue una orden amable que no pude contestar, quité mi mano y me metí a la casa, no sé por qué y no lo puedo explicar, es un sentimiento maravilloso, mariposas revolotean mi estómago, mi corazón late desbocado, mi sangre hierve de la impresión que me ocasionó su "invitación", pongo una mano en mi pecho, sonrío finalmente y me pregunto, ¿Qué me está sucediendo?

El sábado traté de sacar todo el trabajo que me fuera posible para estar lista el día de hoy, mis amigas me echaban carrilla cuando les platiqué lo sucedido, y como siempre, ellas mis cómplices de mis sueños y fantasías amorosas me ayudaron con mi arreglo personal, como la invitación fue una cita al lago me arreglé lo más cómoda posible, pantalón pescador de gabardina verde olivo, tenis, una blusa a la cadera color rosa (mi color favorito) con un estampado de Sailor Moon y mi segundo novio Darien dándose un beso en plena Luna llena como fondo, y para verme más natural mis compañeras optaron por un maquillaje ligero y como peinado una trenza de raíz.

Salí de la casa llena de nervios y emociones para mi destino, caminé una hora aproximadamente, ¿En qué parte de los lagos estará? Es muy grande el lugar, debí preguntar o más bien no venir, no nos coordinamos, bueno, en ese momento no tenía voz ni palabras. Iré al mirador a ver si lo veo, si no, tendré que regresarme, tampoco mencionó horario y la mañana termina al medio día, el cual, falta una hora, yo si llegué, no hoy forma de decir lo contrario.
Me dirigía a mi destino, estaba subiendo el último escalón cuando lo vi sentado observando el panorama, lo miré lentamente, recorrí mi vista disfrutando su hermoso físico...
-¿Te gusta lo que ves pecosa?- Me dijo sin haber volteado de forma seductora. Se levanta, se pone al frente mío, pone su rostro frente al mío, me toma de la barbilla y me dice: -"Conozco un lugar en donde puedes declararme tu amor"- quito su mano, me pongo cual granada en maduración y me hago la ofendida, apenas estoy llegando y ya me está molestando, así que arremeto de forma agraviada y le digo: -"Tus pulgas no brincarán en mi petate".

-Buenos días, déjame decirte que a mí no me gustan las pecosas y pequeñas, vamos, ven y siéntate, vamos a disfrutar un momento lo que la ciudad esconde en este lugar-. Lo dice con tal seriedad que le creo. Opté por sentarme y él hizo lo propio, se sentó a mi lado y en completo silencio contemplamos los pinos, patos, familias, parejas, corredores, vendedores, ardillas, lagos, sentimos el aire puro, mucha paz y tranquilidad. ¿Qué pensaría de nosotros la gente si nos vieran juntos? Llevo unos momentos a su lado y me hace sentir bien, no nos decimos nada y todo a la vez. Rato después se levanta, me da la mano para que haga lo mismo y me invita a comer.

-Fuimos a un restaurant cerca del lugar, nada más me faltó el rebozo, nunca había entrado a uno, de haber sabido vengo un poco arreglada y para variar no tengo dinero, si es de las personas que dividen las cuentas ya perdí, tendré que quedarme a lavar trastes. Le hago saber que no puedo entrar porque no traigo dinero en ese momento, él suelta una carcajada y me dice, "yo te invité" no me confundas, cuando tú lo hagas, correrás con los gastos. Hice una mueca cuando terminó de hablar y volvió a reír e hice lo mismo y entre risas le dije, "tendrás que esperar sentado porque yo nunca tengo dinero".

Ese fue el lugar y el momento indicado para platicar acerca de nosotros, él es hijo único, sus padres son empresarios y como hijo único, lo dejaron seguir su camino, decidió estudiar antropología y está enfocado en el área de investigación. Yo, todo lo opuesto a él, crecí en una familia que vivió en completa humildad, nunca nos faltó techo y comida afortunadamente pero sí carecimos de salidas en donde se tenía que pagar una entrada, al final, mis padres se separaron y mi madre nos sacó adelante con mucho sacrificio, al grado que sus tres hijas están estudiando una carrera en diferentes municipios, ella también nos dio elegir la carrera y el lugar. Estar en la universidad me ha permitido conocer muchos lugares, es la ventaja de ser estudiante.
Cuando terminamos de comer nos dirigimos a los lagos, es un lugar muy largo, recorrerlo te lleva horas, son lagos artificiales construido por una fábrica que se estableció durante el porfiriato, el lugar ya no existe, solo su recuerdo. Caminamos como dos viejos amigos, platicamos y nos reíamos por nuestras pato aventuras juveniles. No quisiera que el tiempo siguiera corriendo, insisto, me siento bien a su lado, me siento feliz, como si un pasado lejano quisiera hacer justicia de un amor no correspondido.

Ha empezado a llover, no me extraña, de un día soleado y casi romántico se convierte nuevamente en testigo de lo que sucedió posteriormente, se soltó el aguacero y en lugar de correr nos quedamos parados mirándonos mutuamente, quizás para ver qué hacía el uno o el otro con ese contratiempo climático. Nos empapamos inmediatamente y sentí que soñaba nuevamente... Él me estaba besando y yo le correspondía.

Aquí empieza nuestra historia de amor, dos chicos de diferentes clases sociales que comparten muchas cosas en común, entre ellas, una vida juntos. Tomados de la mano nos dirigimos al departamento y sin decir palabras me hice la promesa de no soltarte jamás.

MI MAYOR SUEÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora