1-. nuestra nave espacial de escape.

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8 AÑOS ANTES

- ¡Mami mira, helado! Compremos helado por favor - Decía esa linda niña vestida con un vestido rosa muy llamativo.

- Isabella, por Dios, deja de gritar ¡Hoy no hay helado! ¿Como se supone que quieras estar en una academia de modelaje? Quieres comer toda la grasa y dulce que te hará poner gorda ¿No lo entiendes? - Su madre le responde tan duramente que la niña en pocos segundos, empezó a hacer pucheros, pero rápidamente se secó las pocas lágrimas que salían de sus lindos ojos y trato de calmarse.

- ¿Puedo ir a columpiarme un ratito, mamá? - Le pregunta la niña llamada Isabella, a su mamá.

- Dios Isabella, ve y dejame en paz. Si vez que cualquier persona extraña o lo que sea, se te acerca, vente rápido ¿Ok? Estaré pendiente de otras cosas.

Y sin más, la pequeña niña sale corriendo a los columpios. Se monta en uno de ellos y se balancea lentamente mientras miraba sus pies que no tocaban el piso.

A veces quisiera saber qué se siente tener padres, pero veo como esa señora trata a su hija, y prefiero ser huérfano. Es más divertido, vives sin reglas, ni nadie que te diga que comer y que no.

Me debato entre sí ir a sentarme junto a ella en los columpios o no. Y al fin, me acerco, era primera vez que la veía por aquí, quizá no se de cuenta que soy de la calle y terminé ahuyentandome de aquí. Sin decir una palabra, me siento en el columpio que está a su lado y me balanceo más fuerte que ella. Me mira por unos segundos y su ceño de frunce, pero no me dice nada.

- ¿No te parece más divertido columpiarte más fuerte? Es como si volaras - Le digo mientras agarro impulso con mis pies y me dejo ir en el columpio.

- Mi mamá dice que es malo, te puedes caer y rasparte las rodillas, nadie querría a una niña con rodillas feas, menos para ser una reina - Me responde tímidamente, sin despegar su mirada de sus lindos zapatos negros que brillaban más que el sol ¿Serán muy costosos?.

- Las heridas sanan con el tiempo, o así decía un amigo. Aunque quedan pequeñas marcas, pero es divertido arriesgarte y tener experiencias nuevas, ¿No lo has intentando? - Digo un poco dudoso.

- Mi mamá dice que no hay que hacer nada fuera de lo que ella pide, menos arriesgarte para que te queden marcas de por vida del que todos se burlarán. - Lentamente levanta su rostro hasta mi, y se me queda viendo desde mi cabello hasta mis zapatos.

- ¿Haces todo lo que tú mamá dice? No creo que es muy bueno eso, es aburrido, ¿Como te diviertes? - No diría que me apena que ella me vea de pies a cabeza, en realidad, me di cuenta que me mira diferente. La mayoría de personas que me miran, es con asco pero ella, me mira con confusión, una muy rara cara de confusión.

- ¿Y tu amigo? - Frunso el ceño, hasta que recordé que le nombre a mi amigo, Henry. Recordarlo me da tristeza pero debía responder.

- Un auto lo atropelló, me dijeron que había ido a un lindo lugar a estar tranquilo, pero se que lo mataron, no tienen que decirme nada de modo bonito para entender. - me había molestado, pero no tenía razón alguna y menos con ella.

- ¿No crees en que las personas van a lugares bonitos? - Dice ella dudosa.

- Sólo creo en que ese lugar bonito, es que las personas mueren y ya. - Le respondo.

- Bueno, mi mam... - Niega con la cabeza y suspira- Me han dicho que es mejor pensar en que van a lugares bonitos, se que las personas mueren, pero van al cielo, ese es el lugar bonito.

Me carcajeo un poco, porque casi habla de su mamá.

- No creo en el cielo. - Su mirada rápidamente se conecta con la mía, estaba llena de asombro y horror.

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2020 ⏰

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Diario de un psicópata enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora