CAP.3

39 3 0
                                    

                                                                           ADELAIDA BLAIR

Ese encuentro fue de lo más raro, pero lo aún más extraño es su apellido; creo que lo he escuchado en algún lado, pero por ahora lo importante es: ¿Dónde carajos me voy a quedar? Me he estado paseando por toda la ciudad sin rumbo. Obvio no voy a regresar a mi casa, y tampoco quiero molestar a Lisa, casi son las doce. Después de pensarlo, en realidad no tengo a dónde ir, no tengo más opción.

Lo único que me queda es llamar a lisa.

Marco el número, al primer tono contesta.

一Adelaida 一 contesta un poco alterada – ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Te hizo algo tu papá?

一No, todo está bien o bueno no...tanto, pero si 一  suelto un suspiro de cansancio y de frustración, honestamente ya no estoy segura de lo que "estar bien" signifique 一 ¿Me puedo quedar en tu casa? 一 digo en apenas un susurro. Mi voz sonó cortada, estaba a punto de llorar.

一Uhm... 一  se escuchó como soltó aire de preocupación, y la escuché hacer ese ruido con la boca que hace cuando está preocupada, casi pude verla fruncir el ceño  一. Siempre serás bienvenida, te dije que no fueras, pero bueno, luego te regaño, mientras dime ¿Dónde estás?

一Ah 一 siempre hacía lo mismo cuando quería tranquilizarme, actuar con normalidad, y usando ese tono alegre, siempre funcionaba, y con la voz y la mente más tranquilas y claras le dije 一 estoy una calle antes de llegar a mi trabajo, en donde venden paletas.

一 Okey voy para allá 一 dijo ella con un tono más tranquilo, al notar que yo ya no estaba tan mal 一 no te muevas de ahí.

一Pues sí, no es como que tenga otro lugar al que llegar 一 solté una pequeña risita por lo bajo.

一Bueno ya voy adiós, espérame.

Dejo caer mi teléfono en mis piernas, no pude ser que mi vida vaya tan mal, y el hecho de tener una amiga como ella, desde siempre apoyándome y animándome como sólo ella sabe hacerlo, y que me dé paz, que me tranquilice, y que me aguante a mí y a mis problemas. El no estar sola y que ella sea la que me acompañe simplemente es...tranquilizador.

一¿Qué paso, porqué estas aquí y a esta hora? 一 dijo cuando llegó por mí, me abrazó protectoramente inmediatamente me vio.

一Nada....lo de siempre 一 suspiré 一, ya sabes 一 miré hacia otro lado, pues las lágrimas estaban amenazando con salir. Ella me tocó la mejilla derecha y ardió.

一No Adelaida, no es lo de siempre, tienes la cara lastimada – me la cubro con mi mano por vergüenza.

一Adelaida no puedes permitir que esto siga pasando, él te ha golpeado, tú no mereces pasar algo como esto.

一Pero ¿Qué puedo hacer?

一Te puedes ir de ahí, créeme que es lo mejor, pero por favor salte de ahí. Ya no quiero verte pasar por esto, no más Adelaida, no más.

一Sí, pero... lo que me mantiene ahí es...son los últimos recuerdos de mi mamá, yo los tengo todos en ese lugar, esa casa es un maldito recuerdo de ella, no puedo dejarlo así, si me voy ten por seguro que mi papá los venderá o no sé qué hará con ellas, no quiero perder otra cosa de mi mamá y además....mi mama antes de morir me dejó dinero.

一¡QUE! ¿Cómo? ¿DONDE? 一 abrió los ojos sorprendida.

一Sí me dijo que era por si ocurría algo malo y es lo único que tengo yo de lo que mi padre no sepa.

一¿Cuánto es?

一No tengo idea, no me atreví a abrirlo por mi papá y si lo saco de donde lo tengo de seguro se dará cuenta por eso no me voy.

¿CASUALIDAD?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora