Pequeño siete (1)

Capítulo 160

Qi Mu apenas mantuvo una sonrisa tranquila durante todo el ensayo de la tarde mientras trataba de persuadir a Wallace y a los otros miembros de que renunciaran a la idea poco realista de una mascota de conejo.

Justo cuando el Sr. Wallace parecía que iba a ceder, Nelly, el primer asiento de la trompeta, corrió y le entregó un librito al Sr. Wallace. "Señor. Wallace, aprendí a pintar cuando era pequeño. Aunque no es particularmente bueno… ¿qué piensas de este lindo conejito? ¡Es tan lindo como los Siete Pequeños! "

En el libro dibujado había un conejito regordete, redondo, con orejas largas, cola corta y ojos grandes y húmedos. Incluso a través del papel, hizo cosquillas en el corazón de uno y solo podría describirse como ...

¡Meng Dios!

Wallace asintió. “¡Oh Dios, Nelly, tienes excelentes habilidades para dibujar! ¡Este lindo conejo Little Seven es increíble! Hagámoslo la mascota. ¡Antes del concierto, envíalo en las invitaciones! "

Nelly asintió vigorosamente.

Qi Mu: "......"

Sr. Wallace, ¿recuerda quién acaba de decir que lo reconsideraría ...

Esta mascota Little Seven se discutió en toda la orquesta, y sí, se llamó directamente Little Seven, como el color que debería ser. Qi Mu ordenó sus cosas en silencio para llegar lo más lejos posible de este lugar donde el bien y el mal estaban invertidos.

Tenía el ominoso presentimiento de que si se quedaba, algo terrible sucedería.

Justo cuando salió por la puerta lateral del teatro, Qi Mu recibió una llamada de Min Chen. Poco después, subió al coche de Min Chen. "¿Cómo pensaste en venir a buscarme hoy?"

El apuesto hombre sostenía el volante en una mano y miró al joven en el asiento del pasajero. Una sonrisa brilló en sus ojos oscuros y susurró: "¿Recuerdas qué día es hoy?"

Qi Mu estaba atónito, “¿Tu cumpleaños? Imposible. ¿No es tu cumpleaños en primavera?

"…Piensa otra vez."

Qi Mu colocó su estuche de violín en el asiento trasero y frunció el ceño pensativo. "No tiene nada que ver conmigo. Entonces ... ¿qué día es hoy?

Min Chen dijo: "Ha pasado un año desde que nos conocimos ... y 23 días".

Qi Mu: "......"

Después de un momento sin palabras, dijo: "No hiciste nada hace 23 días ..."

Los ojos de Min Chen se oscurecieron. "Maquillaje hoy".

Qi Mu: “……” ¡Se pueden inventar estas cosas!

"Estoy de buen humor hoy".

Había un toque de alegría en la voz baja del hombre que hizo que Qi Mu lo mirara con sorpresa. Una tenue farola pasó por la ventana y arrojó sombras sobre el hermoso rostro del hombre.

Min Chen dijo con una sonrisa: “Hoy… estoy de buen humor. Excepcionalmente bueno."

Sin que él dijera nada, Qi Mu ya lo había notado por su expresión suave. Preguntó cooperativamente: “¿Oh? ¿Por qué te sientes tan bien hoy? "

"Sin razón. Simplemente excepcionalmente bueno ". Min Chen se detuvo en un semáforo en rojo y se volvió para mirar al joven a su lado, con los labios curvados en una pequeña sonrisa. "En ... quiero tener una cena a la luz de las velas afuera".

"... ¿No vas a volver a lavar los platos hoy?"

“……”

La hermosa y romántica atmósfera se derrumbó instantáneamente. La boca de Min Chen se torció y se sentó en el asiento del conductor.