El rojo sabe a fresas. (t.k) o.s

único.

jungkook, 17 años.
taehyung, 17 años.

había escuchado muchas veces que los sentimientos en la adolescencia vienen y van, que solo son falacias y confusiones que se entrometen, pero que salen con en tiempo, sinceramente no era algo que jungkook, de diecisiete años y gustos por los sabores cítricos, compartía. cómo es que había caído al fondo y llegar a pensar tan seriamente sobre su posible enamoramiento. había hablado con la psicóloga del colegio acerca de eso, acerca de lo que sentía, que aunque no era algo que lo tenía con problemas, le causaba muchísimas dudas.

su pregunta había sido un poco capciosa, directa y con un dejo muy pequeño de ansias.

"- ¿mis sentimientos son válidos? "

¿una explicación más detallada del mínimo colapso mental de Jungkook? la había, era más simple de lo que alguien podría pensar, y giraba en torno a otra persona.

jungkook siempre fue un chico alegre, siempre demostró solidaridad y empatía, y amaba socializar. cosa que lo llevó a conocer (solo de miradas) a quien había sido ese amor adolescente, y hacía ya casi un año que el sentimiento de atracción y revoloteo se presentaba cada que miraba a quien hacía llamarse taehuyng, kim taehyung. la flecha instantánea al corazón de jungkook, pero sinceramente no veía un avance o una mínima, minúscula oportunidad para saber o tener una relación más allá de lo amistoso con taehyung.

y las últimas dos semanas estuvo aferrado a los pensamientos y las cuestiones referente a lo que sentía "¿era válido?"

obviamente lo era, en el fondo sabía que las falacias de que los amores adolescentes son pasajeros, eran solo excusas para la poca responsabilidad afectiva que tenían, para el miedo al compromiso. y para acabar, tuvo un regaño mental a si mismo por buscar un mar en un vaso de agua y ahogarse.

a Jungkook le gustaba ser feliz, había atravesado por ciertas circunstancias trágicas en su vida, cosa que lo llevó a amar la felicidad, a gozar de la alegría. taehuyng fue el primer hombre que le gustó, después de ello, ha sentido atracción por algunos más, pero sentimentalmente solo ha podido pensar en taehyung, solo taehyung.

namjoon: últimamente eres muy torpe. (la nube de pensamiento sobre su cabeza se disipó rápidamente, elevó la mirada y se topó con una lapicera celeste frente a su rostro)

jungkook: lo sé, creo que tengo la azúcar baja (bromeó un poco, tomó la lapicera, despreocupado)

namjoon: (negó, tomo asiento junto al contrario) no sé qué tiene que ver, pero tampoco quiero entrar en detalles (suspiró, miró a jungkook) ¿qué hay de nuevo? ¿puedo invitarte unas papitas? ya tendremos un receso

jungkook: sí quiero papitas, necesito ver el horario, no recuerdo qué clase sigue, estoy fastidiado con las tareas (metiendo sus lapiceras a su mochila)

namjoon asintió ante sus palabras, un segundo antes de mirar como el profesor de geografía salía del aula, había sido una clase larga y los exámenes de fin de curso estaban muy cerca, y sinceramente en geografía no tenía la mejor calificación, mentalmente hizo nota de estudiar un poco más.

jungkook dudó un poco en tomar el gloss de su mochila, últimamente había recibido burlas de los de último año, y se había cohibido un poquito, pero recordó que hoseok le dijo que sus labios eran muy lindos y más con gloss, y fue lo que necesitó para poner un poco en sus labios. amaba el gloss, de colores, con brillos, con olores a frutas y sabores a chicle, tenía un pequeña colección en casa y a veces su madre llegaba con alguno nuevo, el último fue uno azul, que había odiado en color, pero olía muy bien, y no iba a hacer un desprecio a un regalo lindo de su madre.