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Soobin era su mejor amigo. ¡Lo habían Sido de toda la vida!
Sus madres habían estudiado juntas por lo tanto se conocían desde que eran unos bebés pero debido al trabajo de su madre se habían tenido que mudar.
¡Se iban a llevar a su pequeño conejito!
Soobin era muy pequeño y sus dientes eran algo grandes por lo que había decidido ponerle así. Ambos se habían colocado apodos tiernos, y eso era algo que a Yeonjun le encantaba recordar.
Soobin para Yeonjun era su pequeño conejito, mientras que Yeonjun para Soobin era su lindo y astuto Zorro.
Ambos solían ver Dora la exploradora por lo tanto de ahí había provenido aquel extraño pero hermoso apodo. Yeonjun al ser el mayor siempre se metía a problemas o cometía algunas travesuras para poder consentir a su pequeño conejito.
El solo quería volver a aquello tiempos en dónde ambos se dormían juntos mientras veían alguna película y comían dulces a escondidas.
Habían pasado años, bueno quizás no tanto pero si habían pasado muchisimo desde la última vez que habían compartido tiempo con Soobin. ¡Eran ocho años ya!. La última vez que vió a Soobin Yeonjun todavía podía cargarlo.
– ¿Estás seguro de que no quieren compartir mesa con nosotros? — Su madre había insistido en que compartieran mesa los cuatro. Según ella habían pasado muchos años y quizás la amistad que ellso tenían ya no sería la misma. ¿Por qué no podía seguir siendo la misma?. — Pueden estar con nosotras mientras encuentran algún tema de conversación.
Quizás y vivían en cuidades distintas pero eso no quería decir que Soobin y el no seguían hablando. Los primeros cuatro años había Sido muy difícil pues ambso eran aún pequeños y las veces que se hablaban era cuando sus madres se llamaban. Yeonjun cuando cumplió sus quince años había tomado la iniciativa de hablarle la madre de su conejito para preguntar si es que ya tenía un celular propio. Para su decepción Soobin aún le faltaba un año para poder tenerlo. ¡Había tenido que esperar otro año más!.
Cuando finalmente Soobin obtuvo su celular propio no le escribió. Quizás y solo quizás se le había olvidado. Era algo justo. ¡Habían pasado casi seis años! Si no es que más, estaba seguro que era más pero las cuentas no se le daban. Yeonjun había contactado a Soobin por sus redes sociales siendo su conversación muy corta. Más corta de lo que había pensado el mayor. La plática de había limitado a preguntar qué edad tenían justo ahora y a preguntar sobre su estado de salud.
¡Por supuesto que Yeonjun sabía la edad de Soobin!
Pero entendía que Soobin la hubiera olvidado, habían pasado muchos años ya. Cuando su madre le dijo que su amiga llegaría a la cuidad con su hijo fue una clave para Yeonjun, el podría volver a retomar la hermosa amistad que había tenido con Soobin. Ahora solo quedaba esperar a que su lindo amiguito entrara por aquella puerta.
– Iré al baño — Le avisó a su madre para que no se preocupara por su ausencia, estaba muy nervioso pero más que eso estaba ansioso.
Durante el camino al baño se había tropezado con un chico el cual tenía una estatura no tan pequeña, quizás de su alto. Pero sus mejillas, eran muy bonitas y tenía frenos, no podía ser... Era el... ¡Era Soobin!
– No puede ser... ¡Soobin! — Se lanzó para poder rodear con sus brazos a el chico quién parecía confundido.
¡Había encontrado a su amigo!
– ¡No actúes como si no me reconocieras! Soy yo... — Su amigo seguía sin corresponder a su abrazo o si quiera a sus palabras. — ¿No, que? No te entiendo. — Estaba negando, ¿Por qué Soobin estaba negando?.
– ¿Soobin, no me recuerdas? — Preguntó con un tono demasiado bajo. — ¡Soy Yo, Soobin soy Yeonjun! — posó sus manos en lao hombros ajenos sacudiendolo para que reaccionara o al menos lograra recordarlo.
– ¿Yeonjun?.
Atrás de el otro muchacho había dicho su nombre.
– Si, ¿Tu eres?
– Por lo que estoy viendo soy el verdadero Soobin.
Soobin... No podía ser su Soobin. ¿En donde había quedado su lindo conejito?. El chico que estaba frente a fácilmente le podía llevar de cinco a diez centímetros y ni hablar de su voz. ¡Su voz!. Era como veinte veces más gruesa que la suya.
– No puedes ser tú... Mi Soobin era pequeño y tenía dientes bonitos y tenía una voz dulce y... ¿Tu eres mi conejito?. — Apartó sus manos de el chico extraño totalmente avergonzado. — Lamento haber arrugado tu camisa... Que por cierto está muy bonita. — Se disculpo con el muchacho quién salió corriendo inmediatamente.
– Por lo que estoy viendo mi Astuto y valiente zorrito creció.
Sintió como su mano acarició sus cabellos. ¡Eso hacia con Soobin todo el tiempo!.
– Pero... No sé suponía que las cosas fueran así.
– ¿Por qué no? — Rió ante la reacción de Yeonjun. Soobin durante todo el trayecto se la había pasado pensando en cómo estaría Yeonjun, se lo había imaginado más alto que el o quizás más ¿Autoritario?. — He de decir que me gustas más así, eres un Zorrito tierno y rosa por lo que estoy viendo.
– Vamos a tener que cambiar de motes, ¿No crees?.
– No me molesta seguir siendo tu "pequeño" conejito, siempre y cuando sigas siendo mi valiente zorrito.
– Si lo soy... ¡Lo recordáste!. Me recordáste...
– Te recordaba más alto.
– No me lo recuerdes...
– Vamos a comer, la mesa que pediste para nosotros dos ya está lista.
– ¿Si quieres comer a solas conmigo?
– Pasaron años desde la última vez que comí con mi Zorrito. ¿Crees que no voy a querer?.
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Ahhhh Jamás había escrito algo tan cursi Jsjsjsj
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Alch voten por mis historias, casi nadie me vota (._.) 💔
