AMOR ETERNO - Fercha y Mariana

No lo entiendes

POV Mariana

Me levanté con una jaqueca terrible, sentía mis ojos pesados y mi cuerpo dolía, había dormido mal en toda la noche, por lo que decidí darme una buena ducha.

Salí un poco mas antes de lo normal y claro que tenia que hacerlo, Fercha iría a la empresa y estaba más que segura que estaría temprano.

Recepcionista: Buenos días señorita Hinojosa - dijo sonriente

Mariana: Buenos días- contesté - ya llegó Pacheco?

Recepcionista: Disculpe? - se acercó un poco

Mariana: Fernanda Pacheco - repetí

Recepcionista: Mmm - miró la lista - No, no ha llegado - cerró el libro - Tiene cita?

Mariana: No - negué - será nueva en la empresa

Recepcionista: Ufff - miró su reloj - es un poco tarde

Mariana: Que hora es? - saqué mi móvil - las 8:10

Recepcionista: Para ser su primer día de trabajo, es muy irresponsable - comentó

Mariana: Yo me encargaré de eso - miré hacia afuera - avísame cuando llegue y que vaya hasta mi oficina - ordené

Recepcionista: De acuerdo - asintió

Mariana: Cuando suba, no quiero que nadie me moleste ok?

Recepcionista: Cómo ordene

Subí hasta el piso 13, dejé mis cosas y esperé a Fercha.

Mi impaciencia crecia, miraba mi móvil para ver la hora, eran cerca de las 9 y no aparecía. Tome mis llaves y me dispuse a irme, pero vi a través de la puerta, a Fercha que venia con una capucha.

Recepcionista: Señorita Hinojosa, acaba de subir la chica que esperaba - sonaba por el teléfono

Mariana: Ya la he visto - respondí - haz lo que te dije

Recepcionista: Desde luego - cortó

Fercha entró por la puerta y dejó su guitarra en el mueble, junto con su mochila.

Fercha: Perdóname por venir tarde - se miraba impaciente

Mariana: Que te pasó? - dije viendole caminar por la oficina de un lado a otro

Fercha: Que tengo que hacer? - su vista estaba en el piso

Mariana: Mírame - me paré frente a ella

Fercha: Sólo dime que debo de hacer - se apartó y agarró sus cosas

Mariana: Quieres quitarte esto? - quité el gorro de la capucha que andaba puesto - que demonios?

Su labio estaba herido al igual que su ceja y restos de sangre en el lado izquierdo de su rostro.

Mariana: Dios - sentí presión en mi pecho - llamare a paramédicos - tomé el teléfono

Fercha: No - sujetó mi mano con el teléfono - estoy bien - volvió a colocarse el gorro

Mariana: Segura? - pregunté viendo sus heridas

Fercha: Si - sonrió leve

Mariana: Ok

Nos quedamos en silencio, ella estaba en el sillón mientras yo estaba de pie frente a ella. Mi vista no se despegaba de sus heridas.