Hermanito «Yoonmin» ∆Omegaverse∆

10

Cuidado

La luz del sol comenzó a calarle en los ojos, escuchaba el sonido de las aves gorjeando y podía sentir su cuerpo cansado y caliente.

Sin abrir sus ojos, olfateó un poco y pudo distinguir dos aromas, el suyo y el de su Hyung.

Abrió sus ojos de forma lenta, notando que no estaba en su habitación.

De pronto una ráfaga de recuerdos llegó a su cabeza, haciendo que jadeara y tratara de levantarse.

— ¡Ah! — se quejó al sentir un dolor punzante en su cuello y en sus caderas, obligándolo a recostarse de nuevo.

Llevó su mano lentamente hacia el lugar de donde provenía el dolor, sintiendo cómo en cuanto rozaba con las yemas de los dedos un escalofrío le recorria la espalda por el dolor, sollozando en el proceso.

— ¿Minnie, qué sucede? — escuchó la voz adormilada pero preocupada de Yoongi.

— Hyung, me duele mucho — Sollozó de nuevo apuntando hacia su cuello.

— Oh, mi pequeño bebé — dijo mientras lo tomaba con cuidado de la cama y lo subía a horcajadas a su regazo, escuchando un sollozo más por el dolor de sus caderas. — Tranquilo mi cielo, lo calmaré.

El mayor comenzó a lamer con cuidado la marca fresca de su Omega, escuchando un suspiro de alivio del mismo, sintiendo como su cuerpo se relajaba sobre él.

El menor se dejó hacer, sintiendo alivio en su cuello, pero no en sus caderas.

— Alfa, mi cadera duele mucho — puchereó frente a Yoongi.

— Déjame revisarte cielo — lo recostó de nuevo en la cama, asegurándose de que el menor estuviera cómodo.

Retiró la sábana que cubría el cuerpo desnudo del menor, mientras éste se cubría el rostro por la vergüenza.

— Cielo, no hay nada que no haya visto ya, no tienes porqué avergonzarte. — acarició la mejilla del menor dejando un besito después.

Siguió con su labor y abrió delicadamente las piernas del pequeño chico debajo suyo.

— Mi amor, está un poco inflamado, creo que fui demasiado brusco contigo. No debí anudarte ahora, todavía eres muy pequeño — habló sintiéndose culpable.

Comenzó a masajear con cuidado, dejando mimos en los muslos interiores de Jimin.

— Espera un momento. — se levantó y fué hacía la bolsa de la farmacia en la que venían los supresores equivocados.

Sacó una pequeña pomada y se la mostró la menor.

— La había comprado por si decidias calmar tu celo tú mismo en lugar de usar los supresores y te lastimabas. — el menor se sonrojó completamente.

— Demela Hyung, yo la pondré — hablo aún avergonzado.

— No Minnie, yo te lastimé así que yo cuidaré de tí. — retomó su posición anterior a levantarse.

Tomó un poco de la pomada con las yemas de sus dedos y los acercó hacia la entrada inflamada del menor.

Masajeó con cuidado la zona, adentrando solo un poco para que la pomada tuviera acción en todos los lugares lastimados. Sacó sus dedos y miró al menor que estaba cubriendo su rostro con ambas manos.

— Lo siento cariño — habló arrepentido tomando una de las manos de su Omega para acariciarla y después dejar un beso en su dorso.

— No se preocupe Hyung, disfruté cada momento. — sonrió haciendo que sus ojos se hicieran pequeños.

— Ven aquí mi amor — lo levantó de nuevo posicionándolo sobre él. Se movió hacía la orilla de la cama y se aseguró de que la espalda baja del menor no tocará ninguna superficie.

Comenzó a masajear con sus dedos las vértebras finales de su columna, escuchando un gemido de alivio y satisfacción proveniente de Jimin.

— ¿Tienes hambre pequeño Omega? — preguntó sobre su cuello olfateando su olor.

— Si Alfa — habló en tono mimado como un pequeño niño.

— Entonces busquemos algo para desayunar antes de que lleguen papá y mamá.

La realidad le golpeó en la cara a Jimin.

Yoongi sintió como el lazo que había entre ellos se tensó, sintiendo preocupación y tristeza provenientes del menor.

— H-hyung — dijo con la voz entre cortada — Nos matarán — dejó escapar las primeras lágrimas de sus ojos — Nos separaran Hyung — sintió una opresión en su pecho.

— No no no pequeño — lo abrazó fuerte contra su pecho — ellos sabían que esto podía pasar, no tienes que preocuparte por eso.

— ¿Qué? — preguntó el Omega confundido — ¿Cómo podrían saberlo?

— Y-yo — tomó aire — Yo hablé con ellos, les dije que sentía que tú eras mi predestinado — acarició los cabellos de Jimin.

— ¿Cómo lo tomaron Hyung?

— Mejor de lo que creí, solo que Jin Hyung me pidió que no hiciéramos nada sucio en la casa, y fue lo primero que hicimos — rió un poco — por eso quiero desayunar lo antes posible, para limpiar.

— ¿Me lo juras Hyung?

— Te lo juro pequeño.

Porque lo más importante era el bienestar de su Omega.

¿Cómo andan muchachxs? Espero que muy bien, y si no es así no te preocupes, todo va a mejorar.

Ya casi es el final de esta historia, creo que solo falta un capítulo.

¡Nos vemos pronto!

Lxs amo bebés ❤️.

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