Siete Magníficos

Capítulo 1

Historia por MargretThatcher

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Este trabajo no es mío, solo me he ocupado de la traducción (que no es la mejor) disfrútenlo.

Una mujer joven alta se bajó del tren cuando éste se detuvo. Se bajó el ala de su Stetson para protegerse los ojos verde pálido mientras caminaba hacia el vagón de equipajes. Su plumero marrón oscuro se agitaba con la ligera brisa y sus espuelas plateadas daban un sonido nítido con cada paso. Sacó su etiqueta del bolsillo delantero de sus pantalones de mezclilla y se la entregó al encargado del equipaje.

El hombre estudió el billete y se lo devolvió. "¿Beifong eh?" Preguntó mientras sus ojos escaneaban varias etiquetas en las bolsas en el vagón del tren. “¿Eres uno de los Beifongs de Zaofu? Escuché que todos son detectives de Pinkerton, y cada uno de ellos es un ojo muerto ". Sonrió cuando sus ojos se iluminaron en la bolsa que estaba buscando. Levantó la mochila y se la entregó a la mujer.

"¿Sabes dónde puedo encontrar la oficina de correos aquí?" Su voz era brusca y aguda mientras se colgaba la bolsa sobre un hombro. Sus movimientos hicieron que su plumero se abriera, revelando un brillante revólver Colt con mango plateado.

El hombre sonrió mientras miraba primero el arma, luego a la mujer. "¡Eres uno de esos Pinkerton Beifongs!" Saltó suavemente del vagón del tren. ¿Estás aquí para cuidar de esos desagradables salvajes? Escuche que han estado causando muchos problemas allí ".

La mujer ignoró al hombre y simplemente volvió a hacer su pregunta. Esta vez su enfado estaba en cada palabra. "¿Dónde está la oficina de correos?"

Un ceño fruncido cruzó brevemente el rostro del hombre. "Eres una perra grosera, ¿no?" Él sonrió con aire de suficiencia por la forma en que la mujer se tensó, entrecerrando los ojos en una amenaza.

"¡McAllister!" Una voz retumbó desde cerca. Le sugiero que se disculpe con el detective Beifong ahora. Odiaría tener que explicarle a su esposa cómo se convirtió en viuda ".

El hombre palideció y tragó saliva cuando el recién llegado dio un paso adelante. "Sí señor, sheriff Harvey señor". Se volvió hacia la mujer, inclinó la cabeza y dijo: —Mis disculpas, señora. Un caballo me pateó en la cabeza a una edad temprana, muchas veces me hace hablar sin pensar ".

Eso hará McAllister. Fuera contigo ". El hombre alto se volvió hacia la mujer. “Detective Lin Beifong, es amable de su parte responder a mi telégrafo. Soy Dennis Harvey, sheriff de Sweetwater ". Extendió su mano a modo de saludo. “Ya envié a uno de mis ayudantes a recoger su equipo en la oficina de correos. Hay un caballo listo para ti tan pronto como estés listo para montar ".

Una pequeña sonrisa apareció en los labios de la mujer cuando aceptó su mano. "Me gusta la eficiencia Sheriff".

Él le dio un breve asentimiento mientras señalaba el final de la plataforma. “Puede dejar su bolso en el hotel si lo desea. Está de camino a la cárcel ".

"Prefiero ir directamente a la cárcel si está bien". Dijo mientras caminaba a su lado. "Dime qué está pasando. Su mensaje simplemente decía que estaba teniendo problemas con los nativos locales ".

"Bueno, sí y no a ese detective". Hablaba en voz baja mientras caminaban, para no ser escuchado por los transeúntes. "Lo ves; realmente no tenemos ningún problema con los nativos. Quiero decir que hay algunas excepciones, como el Sr. McAllister allá atrás. En su mayor parte, se mantienen para sí mismos y han sido excelentes para ayudarnos a los habitantes del pueblo ". Movió el ala delantera de su sombrero con el dedo índice, empujándolo hacia arriba. “Siempre hay algunos en la ciudad, comerciando, vendiendo, lo que no. Pero no hemos visto ni pellejo ni pelo de ninguno de ellos desde hace casi tres semanas. Los campamentos están desiertos, pero han dejado sus alojamientos. Todo sigue ahí, como si todos se hubieran levantado y se hubieran ido ".