Cap. 26 "NIÑA"

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Ha caminado sin rumbo a donde sin saber estaría sellado un nuevo destino. Si tan solo pudiera retroceder y esperar a que la vinieran a buscar nada de lo que sucedió después seria necesario, esas personas no debían morir, o al menos así lo creía que tenían que ver esos pobres viejos con esta guerra. Pero para su mala suerte seria donde sin piedad el Diablo le aria comprender que ya no era libre y que había cometido el error de no volver por cuenta propia. ¿Pero volver dónde? Si a fin de cuenta ya era nueva mercancía. Enterarte de donde te encuentras no es un buen presagio si tu casa queda tan lejos... tan enterrada en tu memoria que si quisieras volver no sabrías que camino tomar. Era lo que le sucedió a NN ya no recordaba el camino a casa.

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Alejándose de la masacre encamino rumbo al sonido que la había sacado de su trance. Cuando se encuentra frente a una valla que rodea un claro, la sigue tratando de encontrar la entrada y un camino a seguir. No tarda mucho en rodear el perímetro cuando se encuentra con los perros que ladraban sin cesar en dirección a donde tanto grito se escuchaba. Pero solo los perros se escuchaban ya nada más podía oír.

En ese momento un silbido hace callar a los perros que se alejan respondiendo al llamado de quien de a poco se acerca a NN. Sin dudarlo toma su cuchillo y lo pone en su espalda esperando no tener que usarlo en vano, ya no. A medida que el hombre se acerca, NN comienza a ver en su cara las marcas del tiempo, un rostro con arrugas, pero con una mirada de asombro y de desconfianza asoman a través de sus ojos marrones.

Viejo: - quién eres? ¿Qué quieres? ¿De dónde vienes? - dice parado a metros de NN

NN: -muchas preguntas que no se - dice sin moverse

Viejo: -dime tu nombre por lo menos

NN: -desconfía- Mujer- no esta tan errada así la llaman desde hace mucho tiempo

Viejo: -al notar la sangre- estas herida vienes del pueblo de la matanza

NN: -necesito ayuda, pocos logramos sobrevivir

Viejo: - te dejare entrar, pero...

NN: - no are nada estúpido, lo sé- contesta de forma automática

Viejo: -se da cuenta que es una muchacha de las que ha oído hablar- no era eso solo que no se de atención medica- dice acercándose

NN: - yo me puedo curar solo necesito donde hacerlo sin que me encuentren

Viejo: -abre la reja- pues pasa en esta casa solo vivimos mi mujer y yo, solo debes irte en cuanto termines. No queremos problemas

NN: -seguiré rumbo apenas pueda no me siguen, nadie sabe a dónde corrí

NN sigue al hombre que camina delante de ella, no les toma mas de unos cuantos minutos llegar a esa pequeña casa en medio de este terreno camuflado. En la entrada se ve una señora mayor con unos cuatro o cinco perros que la reciben enseñándole los dientes. NN sonríe esos canes no le dan miedo, al contrario, le provocan ternura. Son instintos de animal y ella los conoce muy bien por propia experiencia. Sabe en su interior que solo quieren proteger a sus dueños a quienes los alimentan y le dan a cariño, algo que ella misma anhela. El viejo les da la orden que se queden quietos y dice a su esposa que la mujer que lo acompaña esta herida y que simplemente la ayude en lo mas que pueda. La mujer mira a NN cubierta de sangre quien apenas se sostiene en pie

Esposa: - niña pero que te ha pasado? - dice llevando una mano a su boca

NN: - el tiempo y malas compañías

NN (No Nombre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora