Escritos Jyatt|Stenbrough

•T•I•M•E

—  Vamos, relájate un poco, ¿quieres? De cualquier manera no contestará.

El mejor amigo del rizado exclamó. Llevaban las ultimas cuatro horas intentando contactarse con la ex pareja de Wyatt, pero era un caso perdido.

— Tiene... tiene que contestar, y se que lo hará.. siempre lo hace.

Insistía tanto que el mismísimo Finn Wolfhard dejo de reclamar, ¿cómo podría esperar que sus palabras fueran lo suficientemente fuertes para hacerlo cambiar de opinión? Sabía que era inútil seguir intentando, Wyatt era un terco de primera y no pararía por el.

— Bien, como digas... tu lo conoces bien, ¿quien soy yo para juzgar?

Tronó su cuello sin delicadeza alguna, con la esperanza de morir en el intento. Así no tendría que seguir viéndolo fallar.

Un pitido, dos pitidos, tres pitidos. Y al final, una respuesta, una milagrosa respuesta.

— ¿Bueno?

La voz ronca del chico sonó en el altavoz, lo cual hizo a los dos rizados mirarse al mismo tiempo y acercarse aun más al celular. Al menos de esa manera lo vio Wyatt, ya que Finn no tomo molestia alguna en moverse de su lugar para acercarse al teléfono.

— ¿JaeJae? ¿Eres tú?

No contuvo la emoción, después de varios intentos lo había logrado. El nunca le fallaba.

— Oh... eres tú, de nuevo... son las tres de la madrugada, ¿sabías?

Ahora era molestia lo que se escuchó en su voz, tal vez un toque de fastidio al hablar.

—  Claro, cariño, ¿quien más podría ser? Nadie más que el amor de tu vida.

— ¿Finn esta contigo, no es así?

— Oh, claro... ¡Finn, querido y adorado, JaeJae quiere hablarte!

Solo le bastó con inclinarse un poco para que Finn tomase el teléfono, después de eso debido a su nivel de alcoholismo perdió el control cayéndose de la silla.

— ¿Bueno, Jaeden?

— Te lo suplico, no lo vuelvas a dejar marcarme.

Su tono de molestia empezó a bajar convirtiéndose poco a poco en una voz suave y quebrada, todo un chico de papel.

— Sabes que no es mi culpa, intente borrarle tu numero pero siempre lo vuelve a conseguir, incluso creí que no te marcaría aunque lo tuviera, pero...

— Está borracho.. ¿cierto?

El silencio lo desmintió todo, y aunque el dicho dijera que los borrachos siempre decían la verdad, Jaeden no lo creyó.

— En efecto.

— ¿por que solo me marca cuando esta borracho? Dios... que nivel de valentía, ¿no?

— Recuerda lo que dicen..

—  Conmigo no vengas con tus palabras de abuelo, se lo que dicen y no lo creo... Si Wyatt realmente se sintiera culpable y si realmente me quisiera de vuelta me lo diría sobrio. Pero, no. Ese no es el caso, ¿y sabes por que?  Por que el ya no es mi Wyatt, no es el chico lindo que yo conocí.

— Oh...

No dijo nada más, simplemente miro en dirección al rizado, el cual se encontraba tirado en el suelo con una boba sonrisa mientras divagaba cosas. ¿Que tal si Jaeden tenía razón y Wyatt ya no era el mismo? Por que en parte, el pensaba lo mismo. Wyatt había cambiado, ya no jugaba lo mismo que antes, ahora salía de fiestas y se embriagaba hasta perder el conocimiento. Incluso su madre pensaba igual, y podría  jurar que el vecino diría lo mismo. El no era el mismo, era peor y un caso perdido. ¿Que se suponía que haría? Era su mejor amigo.

— Solo dile que no llame más, se te agota el tiempo. Ayuda a tu mejor amigo.

Colgó, Lo dejo solo.

— ¿JaeJae dijo algo sobre mi?

El rizado se incorporó y tambaleándose camino hacia su mejor amigo, el cual solo le sonrió.

— Oh, si, dijo cosas muy lindas sobre ti.

— ¿Es enserio, como cuales?

—Te las dire en la mañana, tenemos que madrugar. Pronto iremos a casa, Wy.

Oh, Claro que lo ayudaría. El tiempo se agota, eso es verdad, pero Finn no dejaría que el tiempo arrastrara a Wyatt con el. Tenía un plan, o al menos eso esperaba tener.