가을: a daily song

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Taehyung caminó con ambas maletas a su espalda, tratando de no pisar a nadie en el trayecto. No estaba en sus planes molestar a un citadino en su primer día de regreso en Seúl.

Al salir del metro se sorprendió al observar lo mucho que la capital había cambiado en diez años, si bien había estado ahí hacía unos cuatro años por un asunto del trabajo nunca se había detenido a observar los cambios radicales en la arquitectura o en el color de la ciudad.

Aún recordaba vagamente los caminos y el número de los colectivos, por lo que no se le hizo difícil llegar al complejo de apartamentos en el que Kim Seokjin -viejo amigo de la adolescencia- vivía.

Parado en la puerta del complejo, Taehyung se preguntó si lo dejarían entrar a tan lujoso lugar, parecía que en cualquier momento la mismísima IU cruzaría las puertas.

Él era consciente de la cuenta bancaria de su amigo y del origen de su familia, por lo que no dudó que ver a su idol fuese una posibilidad.

Taehyung siempre había admirado a su compañero, desde sus primeros días de trainee junto al mayor de los Kim, Seokjin siempre había sido un chico trabajador y esforzado, dispuesto a hacer todo por su cuenta sin la ayuda de sus padres. Cualquiera que lo viese dudaría de su identidad como heredero chaebol.

Algo que no podría admirar nunca de su amigo era su puntualidad, se suponía que el mayor iría por él al aeropuerto, y posterior a su llamada de disculpas habían acordado que el menor fuese a su apartamento donde se encontrarán a las siete de la tarde.

El reloj de muñeca marcaban las siete y media pasadas, y Taehyung no se animaba a cruzar las puertas, estaba seguro de que lo echaron luego de ver sus ropas de segunda mano y su valija llena de stickers infantiles -obra de la pequeña Haseul-.

Cuando el menor estaba a punto de llamar al hotel para pasar la noche, un claxon sonó a su costado, haciéndola sobresaltarse sobre el banco en el que anteriormente había encontrado comodidad, y tal vez una futura cama.

-Disculpa la tardanza, Tae Tae- Kim Seokjin bajó de su lujoso auto, cuyo modelo Taehyung no podría nombrar porque nunca entendió nada de vehículos. Lo único que podía asegurar era que probablemente tendría que vender un pulmón y tal vez un riñón para poder comprarlo.

-No te preocupes, ya demasiado has hecho por mí, Jin- el mayor había llegado a su lado y ya estaba estrujando entre sus brazos.

Hacía cerca de un año y medio que los Kim no se veían, pues ambos estaban ocupados con sus respectivos trabajos, Seokjin como director de la sucursal de KIM 's Cosmetics en Seúl, y Taehyung como artista gráfico de una pequeña empresa de Daegu.

Lo mismo que los mantuvo separados resultó ser lo que los uniría de nuevo, pues el sorpresivo despido de Taehyung puso su mundo patas para arriba, con cuentas que pagar y una pequeña que mantener, el pelinegro no se podía dar el lujo de permanecer mucho tiempo desempleado. Por lo que recurrió a la única persona que sabía, podría ayudarlo rápidamente, por lo que en menos de una semana ya disponía de un nuevo empleo como maquillista en KIM's Cosmetics y el apartamento de su amigo cosmo hospedaje, oferta que había rechazado al principio ya que no deseaba interferir con la vida de su amigo, pero que terminó aceptando luego de que Seokjin le hubiese insistido con que se sentía sólo.

Las habilidades de Tae como maquillista habían surgido en su segundo año de entrenamiento, una noche en el dormitorio que compartía con un entonces veinteañero Jin y Jung Hoseok, con el cuál nunca más había entablando contacto. El aburrimiento los llevó a experimentar con el maquillaje en lugar de emborracharse o hablar de las trainees femeninas, descubriendo así el gran talento de Taehyung con las artes plásticas.

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⏰ Última actualización: Nov 30, 2020 ⏰

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