ISHTAR

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Han pasado varias décadas desde aquel incidente, recuerdo claramente como si hubiese sucedido ayer

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Han pasado varias décadas desde aquel incidente, recuerdo claramente como si hubiese sucedido ayer. La gente corría de un lado a otro, unos aterrados, mientras que otros parecían maravillados, sin embargo, yo no paraba de vomitar. La mezcla de sensaciones era sobrecogedora.

Varios años pasaron y los científicos pudieron decirle al mundo lo que estaba pasando realmente, no lo creíamos.

Estábamos ante la posibilidad de movernos a distancias inmensas en segundos, pero tal vez, lo que realmente inquietaba era que ninguno de los científicos más reconocidos del mundo, pueda explicar qué eran esas cosas y quiénes las habían puesto en nuestro planeta. Era fascinante.

Año a año y tras un sin número de pruebas se dio la aprobación de su utilización, sin embargo, muchas de las personas que vieron su llegada eran recelosas de usarlos, el temor se apoderaba de ellos y ni siquiera lo intentaban. Pues lo desconocido los aterraba y al no saber nada más que solamente su uso, no generaba en ellos la suficiente confianza de utilizarlos, aunque no hacerlo les costase la vida. Fue tal el rechazo que se crearon movimientos en todos los países del mundo en contra de estos objetos. Ningún experto, ningún familiar, ni la misma iglesia pudo conseguir que ellos cambiaran de parecer. Llegaron a tal punto de querer destruirlos uno por uno, pero no podían, esas cosas eran indestructibles.

Por otro lado, estaban las personas que adoraban estos misteriosos aparatos, China, Estados Unidos, India, entro otros, eran los países con mayor número de estos objetos y con mayores simpatizantes de su uso. Su emoción era tal que se lanzaban sin más hacia ellos, no les importaba nada. Cientos lo hicieron y cientos desaparecieron, no pudieron ser encontrados, no hasta un largo tiempo después.

Habían transcurrido más de tres décadas y habíamos avanzado tanto en cuanto a su uso, sin embargo, tratar de entenderlos, era otra historia. Yo era uno de los pocos científicos que se habían especializado en el estudio de esos aparatos y junto a mi equipo de trabajo llevábamos una década entera analizándolos e intentando saber de dónde venían, debido a que aún no lo sabíamos, estimamos que nos llevaría unas dos décadas más hasta tener algo realmente útil.

Todos los gobiernos del mundo se habían unido para averiguar algo relacionado a su aparición, la ONU y otras organizaciones ayudaron en el proceso generando así el hito mas grande de la historia de la humanidad, la unión de la Tierra. Para conmemorar dicha hazaña se celebró por años el encuentro más grande del planeta, al cual llamaron Heaven's Gate. Mandatarios, primeros ministros, reyes y representantes de cada una de las naciones se reunían en esta celebración.

Se aproximaba su vigésimo quinto aniversario, pero tuvo que ser cancelado debido a un gran incidente que derrumbó todas nuestras hipótesis y teorías sobre el funcionamiento de esos extraños y fascinantes objetos.

Eran quince para las dos de la mañana y mi teléfono no paraba de sonar, tenía llamadas perdidas de números de varios países, todos de líderes de estado y de científicos colegas que trabajaban conmigo desde sus respectivas sedes. No podía contestar ninguna llamada pues mi teléfono había colapsado, no tuve más opción que dirigirme a los laboratorios para saber qué estaba pasando. De la misma manera, mi dispositivo de monitoreo estaba enloquecido, los datos que mostraban las lecturas que recibíamos eran totalmente diferentes a las del inicio y sobre todo a las de estas últimas décadas. No sabía que estaba sucediendo.

EL VIAJE : ANTOLOGÍA DE TERROR Y CIENCIA FICCIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora