Entonces ¿te vas?

10 2 0
                                    

-Sophie -escucho que me susurra Áaron.
-¿Mmm? -pregunto medio dormida. Estamos acostados en una tumbona en la piscina del hotel.
-Mañana será mi viaje -dice. Me incorporo rápidamente.
-Áaron ¿de verdad? ¿te vas a ir y me vas a dejar?
-Bonita, sabes que me encantaría quedarme pero no depende de mí. Tengo que irme.
-Tienes razón, después de todo acordamos que solo sería un romance de verano.
-Solo mientras tu madre preparaba el desfile.
-Y el desfile es mañana a las 8:00pm.
-Exactamente, tenemos hasta mañana para estar juntos. Mi vuelo sale a las 10:00pm.
-Pues si hoy es nuestro último día, quiero disfrutarlo.
-Yo también, bonita -dice con una sonrisa pícara.
-Áaron ¿qué planeas? Sabes que conozco esa sonrisa tuya -exclamo levantando una ceja.
-Absolutamente nada -dice y extiende aún más su sonrisa, tanto que le salen esos hoyuelos que tanto me gustan. Entonces se levanta rápido y me carga en su hombro. Eso no me lo esperaba.
-Hey, Áaron ¡Bájame! -grito intentando safarme y dando golpes.
-Dijiste que querías disfrutar este día.
-Sí, pero son las 3:00am y el agua debe estar helada.
-No creo que te vayas a morir de una hipotermia solo por eso.
-Áaron, bájame antes de que despierte a todos -amenazo.
-Tú lo has pedido -dice burlón y lo siguiente que siento es el agua fría pegándose a mi ropa. Salgo a la superficie y lo miro. Está riéndose a carcajadas. Me gustaría estar molesta, pero admito que la situación es divertida.
-Bonito, acércate -susurro. Áaron se agacha y me acerco con la supuesta intención de besarle pero en su lugar lo cojo por la camiseta y lo lanzo al agua. Ahora quién se ríe soy yo.
-Vale, ahí me has pillado -afirma entre risas.
-Siempre lo hago, bonito.
-Creo que tú me debes un beso.
-¿Eso crees? -pregunto con una mirada inocente.
-Oh sí -dice y me agarra por la cintura.
-¿Qué pasa si no quiero?
-Mmm tendré que convencerte.
-¿Cómo?
-Así -dice y comienza a darme besos en el cuello.
-Vale, vale, admito que te debo un beso.
    Entre risas y besos, en mitad de la madrugada y empapados de agua, pasamos nuestra última noche juntos. Me gustaría poder decir que nos volveremos a ver, pero eso es poco probable. Vivimos muy lejos y nuestras familias siempre están ocupadas. Luego del desfile de mi madre, acompañamos a Áaron al aereopuerto. Mis padres se despiden de los padres de Áaron, su padre era el fotógrafo de la agencia de mi madre durante esta línea de ropa. Son unas personas muy amables y con un hijo excelente.
-Hey, bonita -dice Áaron acercándose a mí y levantando mi barbilla para que lo mire.
-Dime, bonito.
-Sophie, sabes que me encanta tu sonrisa, no podré irme si estás triste.
-Lo sé, pero no me hace muy feliz que te vayas.
-A mí tampoco pero no podemos cambiar las cosas.
-Entonces ¿te vas?
-Supongo que sí.
-Pues me alegro de haberte conocido.
-Creo que al final esto terminó siendo algo más que una relación de verano.
-Y pensar que solo fueron dos meses.
-Dos meses en los que marcaste mi vida.
-Y tú me cambiaste a mí.
-Significas un Antes y un Después.
-Para mí también.
-No me olvides.
-No me olvides -digo juntando nuestras frentes.
-Hasta aquí llega nuestro escape de la realidad.
-Gracias por todo.
-Gracias a tí por hacerme tan feliz -susurra y nos besamos. Este es un beso diferente a todos los otros, no es un beso apasionado. Dicen que el beso más difícil es el primero, pero creo que eso solo lo dicen porque nunca les ha tocado dar ese último beso con sabor a despedida. Un beso que sabe a recuerdos, a cariño, a dulzura pero también a un adiós. Así termina mi mejor verano. En un aereopuerto, con lágrimas en los ojos, esa chica que nunca llora y que no expresa sus sentimientos, diciéndole adiós a ese chico que le marcó el alma, esperando esas dos palabras que él nunca expresó y que ella siempre quiso escuchar.

No me olvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora