La época decembrina había comenzado, diferentes reacciones, diferentes situaciones.
Diciembre no solo les trajo regalos bajo el árbol, sino también, amor.
One shots sobre épocas decembrinas.
Si estos ships no son de tu agrado, te invito a no leerlos...
—Te lo advertí, sabía que pasaría esto, no podemos llegar con las manos vacías a la cena, me están sudando las manos.—dijo preocupada YeJi.
—¡Que mal! Tan solo hace unos días tenían stock lleno de aquella tonta figura de porcelana.
El abuelo de YeJi era un verdadero coleccionista y ambos habían decidido comprarle un Santa Claus demasiado detallado que pensaron que sería del agrado del mayor pero para su mala suerte, se había agotado antes de tiempo. La pareja se encontraba desesperada por que no habían preparado que tendrían una situación cómo esa.
—YeonJun, ¡Encontré uno! Esta en la tienda que se encuentra al otro lado de la ciudad.—YeJi mostró la pantalla de su teléfono donde claramente se podía ver aquella figura de Santa Claus.
—Amor mío, tenemos menos de 13 horas para conseguir esa figura, ¿Estás lista?
La chica asintió y se dieron un pico en los labios para después tomar sus chaquetas y subir a su auto.
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La tienda departamental a la cuál se dirigían se encontraba lejos, por lo que ambos ya se encontraban ansiosos por poder llegar, pero no habían contado con el caos navideño de coches y gente desesperada que siempre se encontraba en la ciudad en el mes de Diciembre.
—YeonJun, dime por favor que en este momento no hay tráfico en las calles y que solo es un producto de mi imaginación a causa del estrés.
A diferencia de su novio, YeJi no tenía demasiada paciencia y si no se contenía, podía llegar a "explotar".
—Lo creas o no, también estoy desesperado, no me puedo imaginar ver a tu abu...
—Dios mío, estamos en una situación tan desesperante, que hasta tú estás en mi situación.
—Yo, yo no tengo la paciencia que tú crees que tengo—dijo casi en un susurro pero lo suficientemente audible.
—Mentira, tú siempre eres el chico tranquilo y yo la chica que puede pasar un insecto y empezaría a ponerme histérica—bromeó.
Ambos reposaron completamente su cuerpo en los asientos y voltearon de lado para quedar frente a frente. YeonJun se limitó a admirar la belleza de YeJi, mientras la chica acariciaba el suave pelo de su novio.
—Tienes unos lindos ojos.
—Tu cabello es muy suave.
Se encontraban tan cerca que sus narices estaban ya rozándose, ambos querían cortar ese pequeño espacio, se acercaron más y más hasta que un golpe en el cristal del auto los hizo exaltarse.
—¡Disculpa! Tienen que avanzar, ya está libre el paso, están haciendo más tráfico del que ya estaba, si quieren hacer sus muestras afecto, ¡Procuren que no sean en público!
Ambos, muy apenados, pidieron disculpas y continuaron con su camino.
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—YeJi, llegamos, tenemos que darnos prisa.
—Ah, ¿tan pronto?—respondió adormilada.
—¡Animó! Después de comprar la figura estaremos en casa e iremos a dormir con pijamada iguales que siempre usamos en familia.
—Todo sea por el abuelo.
Entraron corriendo hacia la tienda, muchas personas observaron con mala cara y otras se preguntaban la razón de su prisa. Llegaron hasta la sección de "Hogares y Decoración" y ahí estaba, ese valioso Santa Claus edición especial de porcelana.
—Hola, buenas noches.—dijo YeonJun mientras ponía el Santa en el mostrador.
—¿Sería solo eso?
—Si, para regalo, por favor.
La señorita envolvió cuidadosamente y entregó la compra.
—Muchas gracias y feliz navidad.—agradecieron.
Corrieron hasta el estacionamiento y de nuevo, emprendieron su camino. El camino no fue para nada callado, ambos iban compartiendo sus recuerdos favoritos con el abuelo de la chica.
—De hecho, le debemos mucho al abuelo, creo que sin él nunca hubiéramos salido.
—Tienes razón, agradezco haberlo acompañado esa vez, así pude conocerte.—YeJi tomó la mano de YeonJun y entrelazaron sus dedos.
—¿Que sería de nuestra relación sin él?
—Supongo que hubiéramos tardado en conocernos, soy demasiado antisocial y no me gusta salir.—pronunció YeJi.—Gracias por iluminar mi vida de nuevo.
—No agradezcas, tú también me salvaste, por eso, te dedico el hermoso cielo que hoy podemos observar.
—Yo te dedico mi vida entera.
La pareja sonrió y no tardaron más de treinta minutos en llegar a casa, el abuelo los regalo por llegar tarde y por haberlo preocupado, YeJi y YeonJun entregaron el pequeño pero significativo regalo, hubieran deseado haber podido capturar aquella cara de felicidad del mayor. Esa noche pasaron otra magnífica navidad y lo más importante, estaban juntos.
