XXVII

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No entendía porque Jeongin había cambiado la ubicación en la que nos íbamos a ver, a diferencia de la casa en donde normalmente solía verlo me estaba haciendo ir al apartamento de mi madre, sí, ese apartamento en el cual vi lo que me destruyo, en el cual hizo a mi padre caer en depresión, no estaba molesto con él, en los absoluto, solo estaba algo desconcertado, lo único que me mantenía firme era la mano del mi rubio sosteniendo la mía, en la cual daba pequeñas caricias.

¿Estaba mal pensar que aquel rubio sentado a mi lado me reconforta mucho?

Es decir, Jimin era la primer persona a la cual me había abierto de esa forma.

Yoongi sabía todo pues, él es mi mejor amigo y estuvo presente en todo.

Taehyung es mi amigo y supo todo por que su madre se lo comentó y no me molesto en ese momento, lo que más necesitaba era amigos

Y Soobin, Soobin sabía todo al pie de la historia, aunque era menor que yo, el se quedó conmigo, con los años se hizo amigo de Jeongin y me duele mucho ahora, me duele haber dejado a un lado a Jeongin, apartarlo de su único primo, era muy egoista, se que yo puse entre la espada y la pared a Soobin y ahora me arrepiento.

-Amor, creo que llegamos...

La preciosa voz de Jimin me hizo salir de mis pensamiento, el decidió conducir y me alegra que lo haya hecho, yo nisiquiera hubiera llegado a la cuadra cerca de ese lugar...espera, ¿él acaba de llamarme amor?.

Mi rostro se gira automáticamente hacia el rubio que estaba recostado en el asiento.

-¿Cómo me dijiste?.-pregunté perdiéndome en sus ojos 

-Que ya llegamos.-respondió con una pequeña sonrisa.

-No, tú me llamaste...

-Amor.- el rubio corto mis palabras acercándose a mi rostro.

Sonreí por el apodo, realmente se escucha bien al salir de sus labios.

-De ahora en adelante...Llámame así, por favor.-pedí tomando su pequeño rostro entre mis manos.

Jimin aceptó mi pedido y dejo un pequeño beso en mis labios antes de bajar del auto.

Mis manos sudaban y Jimin podía notarlo, pues habíamos entrelazado nuestro dedos.

-Estoy contigo, amor.-nuevamente de sus labios salen aquella palabra que me hace estremecer.

Toqué el timbre a los segundo la puerta fue abierta, Jeongin tenía unos lentes redondos, un buzo celeste y unos pantalones negros de cuero, su cabello estaba algo desarreglado y sus mejillas, nariz y ojos estaban rojos.

La preocupación llegó a mi y mi cuerpo reacciono solo, tome a Jeongin entre mis brazos y los abrace, solo tres personas causaban eso en mi, solo tres personas hacían que mi cuerpo reaccionará por si solo.

Yoongi, Jeongin y Jimin.

No quería hacer de menos a mis demás amigos, pero Yoongi era una de las personas más especiales en mi vida, pudo quedarse a estudiar en Corea cuando aun eramos niños y aún así se fue conmigo.

Jeongin era mi hermano, me había costado muchos años aceptarlo pero él era mi punto frágil, si lo veía llorar, yo lloraba a escondidas, si lo veía triste, todo mi día se volvía triste, sí el sonreía, una sonrisa se plantaba en mi rostro inconscientemente, él era quién manejaba mis emociones.

Y Jimin, Jimin es la persona que por primera vez hizo a mi corazón latir al verlo, es la primer persona que desde que lo había visto llorando frente a  la puerta de mi antiguo apartamento quería seguir viéndolo, Jimin es mi click, y solo una vez en la vida se hace click.

Sorry; jikook auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora