𝑮𝒐𝒋𝒐𝒖'𝒔 𝑩𝒓𝒊𝒅𝒆. [ꜱᴀᴛᴏʀᴜ ɢᴏᴊᴏᴜ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ] [ᴊᴜᴊᴜᴛꜱᴜ ᴋᴀɪꜱᴇɴ]

✼ 𝟬𝟭

« SONRISA AL LLEGAR A CASA »

— ¡Sorpresa! — La voz de una fémina vestida impecablemente con un Yukata blanco de flores azules retumbó en lo profundo de los oídos de un albino. — ¡Feliz cumpleaños amor! — Exclamó nuevamente acercándose hacia su prometido sosteniendo con fuerza la caja que llevaba entre sus manos. — Venga, ábrelo — insistió con sus mejillas levemente ruborizadas.

El sujeto de casi el metro noventa y dos sonrió de lado antes de llevar su mano derecha hacia el antifaz negro que cubría sus ojos pasando a removerlo con agilidad y permitiendo que su sedoso cabello blanquecino cayese sobre su frente y orejas dándole un aspecto más cómodo al que normalmente da cuando tiene que trabajar. Los orbes color cielo infinito de una mañana soleada fijaron a la chica frente a él, podía sentirse fácilmente alegre con esta sorpresa después de todo recibir felicitaciones por partes de Los Altos mandos o de sus colegas no era igual que cuando venía de la mujer que amaba desde que era tan solo un crío.

— Hmm~ ¿Qué has hecho esta vez, preciosa? — Interogo inclinándose sobre ella mientras sostenía su propio mentón con la mano izquierda y empleaba con la derecha un agarre que sujetase la tapa de la caja. Apenas removerla sus labios formaron una pequeña "O" antes de subir sus orbes de vuelta a ella, — ¿Cuándo lo has planeado todo? — Interrogó procediendo a hundir su dedo índice en la cremosidad de un exquisito pastel de crema con fresas y relleno de moras azules.

— Está mañana, los de la cocina me han ayudado con los ingredientes, lo demás todo lo ha hecho tú queridísima y futura esposa — Replicaste un poco egocéntrica intentando ahogar una risilla nerviosa. — ¿Te gustó, Satoru? — Preguntaste ansiosa.

Conoces al hombre con el que ibas a pasar el resto de tu vida y no había forma más segura de complacerlo que darle uno de sus dulces favoritos o uno nuevo al que su paladar no estuviese acostumbrado como era el caso de estos segundos. Su corazón se ganaba a través de su estómago.

— Me encantó — Murmuró antes de incorporarse y prácticamente arrebatar la caja de tus manos para dejarla sobre la mesa a un costado de ambos antes de girarse de vuelta a ti y deslizar la puerta de su habitación detrás de sí, — pero a mi me gustaría otro tipo de regalo — Dijo bajo encaminándose en tu dirección mientras enroscaba sus brazos alrededor de tu cintura.

Reíste bajo a la vez que deslizabas tus manos por encima de la tela oscura de su uniforme reposandolas sobre su hombros, que apenas y lograbas alcanzar, mientras veías fascinada el azulejo de sus ojos, — ¿Qué deseas? — Interrogaste creyendo que pediría ir a una pastelería o ponerse a ver una película, quizás hacer cualquier otra estupidez que su infantil cabeza maquinase.

— Vamos a hacerlo — Insistió acariciando suavemente tus caderas arrugando y tirando de las telas frescas del yukata.