I: MUERTE

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¿Dónde estoy?
Solo puedo ver a mis mugrientos cabellos dorados cayendo, como cascadas, dentro de un sucia y enorme canasta.
¿Qué esta pasando?
Comenzó a llover y con cada gota el ruido se hace mas claro, son personas gritando con ira, una multitud reunida a mi alrededor, me lanzan peluches …. Espera ¿peluches?
Una voz gruesa y seca interrumpe mis pensamientos.
“Romina Darol sepa que se le ha acusado, juzgado y condenado, por sus múltiples actos criminales contra el pueblo y la corona, siendo los mas notables citados a continuación.”
Es curioso, esta situación me recuerda a una novela.
“Atentar contra la familia real.
Promover intrigas de toda especie.
Causar muertes con violencia.
Participar en rituales de herejía.
También, secuestro, robo, calumnia.”
Si ya recuerdo, es la parte donde condenan a la villana a morir en la guillotina por sus atroces crimines, es una escena de lo mas macabra.
Me pregunto donde esta la villana. Mire a todos lados.
En la novela decía que ni toda la mugre que llevaba encima podía ocultar su deslumbrante belleza.
“Y debido a estos crímenes se le ha sentenciado a la pena capital por decapitación.”
Nop, no hay nadie con la cabeza metida en una guillotina y de bello lo único que encontré es a una mujer de largo cabello negro que me mira con tristeza. ¿Qué le pasa? Yo ni siquiera la conozco.
“Que dios se apiade de su alma.”
La mujer se echo a llorar, ahora que lo pienso ella se parece al protagonista de la novela, pero donde esta su príncipe. ¡ho! Ahí esta, abrazándola, es muy guapo el condenado, mira en mi dirección y hace una seña levantando la mano.
¡ha! Ya entiendo, les esta ordenando que prosigan con la ejecución, entonces la villana debe de estar atrás mío. Y yo aquí como una tonta, arrodillada y mirando una sucia canasta, perdiéndome de todo el espectáculo.
Hee???
Intente levantarme pero la madera que rodea mi cuello me lo impide. ¡esto tiene que ser una broma! ¿verdad?.
Trato de mirar hacia arriba y una enorme cuchilla afilada cae en mi cuello.
“ ¡haaauug!”
Mi cabeza cercenada cae en la canasta pero aun sigo consiente, el verdugo me toma de los cabellos y me lanza hacia la multitud.
Mier** ¡esto es una locura!....
….
“¡Ha!”
Me despierto con la respiración agitada y lo primero que hago es tocar mi cuello, al parecer esta intacto.
“Uff ¡gracias madre santa!”
Todo fue un sueño.
Me levanto del sillón y un libro cae al piso, es esa novela. Me inclino para recogerlo.
No comprendo como un libro de tapa rosa me ha provocado una pesadilla ridículamente tenebrosa. Bueno, no importa, ahora mismo una de mis necesidades biológicas hace llamado, ¡el hambre!
Dejo el libro en el sillón y voy hacia la cocina.
No se porque me molesto en revisar si sé perfectamente que no habrá comida, esta casa parece un chiquero, de todos modos que esperaban de una adolecente de 17 años. Desde que mis padres se separaron, hace medio año, vivo sola. Mi madre viaja por el mundo en su modo jipi y mi padre también lo hace pero él esta en modo negocios, demás esta decir que soy hija única.
Genial, después de esa larga explicación, aun sigo con hambre.
Me puse una capucha blanca, tome mis auriculares, celular, billetera y llaves.
Y con la música a todo volumen salí  en busca de comida.
*clin* entre a una tienda de conveniencia.
El chico de la caja me saludo amablemente, después de todo era una cliente habitual.
Ya que es la tienda mas cercana a mi casa siempre vengo a comprar mis chucherías aquí.
Tome una canastilla y comencé a llenarla con las cosas que me llevaría.
Veamos sopa instantánea, si, papitas fritas, dulces, comida enlatada, refrescos, ¡hum! Helado, aunque es de noche y hace un poco de frio, todavía se me antoja…
Cogí unas cuantas cosas mas y regrese a la caja para pagar, pero un hombre robusto y vestido todo de negro me bloqueaba el paso. ¿Qué esta pasando? Me quite los auriculares y escucho.
“¡dame todo lo que tengas en la caja! ¡rápido!”
Era un asalto, que tipo, ni siquiera se ha dado cuenta que estoy justo de tras de él.
Tranquilamente mire a mi costado, en los estantes había botellas de vino y ron, cogí la que parecía mas dura de romper, es un licor tan bueno que hasta me da pena desperdiciarlo en un tipo como este.
*suspiro*
Lastima, no hay opción.
*crash* le rompí la botella en la cabeza.
El hombre cayo como un costal de papas, supongo que hoy no es tu día de suerte amigo.
Pate el arma lejos y luego pase a pagar en caja, el chico aun estaba afectado y me atendió temblando, bueno, yo también lo estaría si me apuntaran con un arma, o tal vez no. En cuanto al delincuente y a la botella rota, los trabajadores del local se encargaron.
*clin* Salí de la tienda de conveniencia
Camine unos cuantos metros, las calle estaban desoladas y no había mucho tránsito, pero de todos modos espere que el semáforo me diera luz verde y cuando estaba cruzando las franjas blancas como toda buena ciudadana un camión apareció de la nada y me llevo por delante, lo ultimo que recuerdo son esas luces brillantes acercándose seguidas de una completa oscuridad, fue, para mi suerte, una muerte rápida e indolora.

MALDITA VILLANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora