prólogo

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Henry y Ray se habían conocido del amigo de otro amigo, algo demasiado curioso en el punto de vista de cualquier persona, no creían en el destino como tal pero algo los llegó a juntar.
Aquel hombrecillo de caireles rubios era un simple y agradable chico, sin mucho de acá ni haya, atractivo pero un poco despreocupado, mientras Ray, el sujeto de destacados y profundos ojos azules era un hombre un tanto bromista, atento y por supuesto con un carisma inigualable.
Ambos tuvieron sus roces que los llevó a llegar a tener una ideal relación romántica.

Solo con las diferencias de casi diez años entre cada uno.

Ninguno le importaba si llegaran a haber comentarios por sus vidas, aparte que el fornido hombre nunca llegó a aparentar tanta edad era mucho más desapercibido hasta que llegaran a hablar de esos temas, cosa que nunca fue un gran complejo pero no todos estaban tan gustosos después de saber las diferencias.

Ahora sus vidas llegaban a el punto que daban un giro de trescientos sesenta grados.

La llegada de un bebé iba a ser una preciosa oportunidad para ambos lados de la moneda.

yellow;; (𝘩𝘦𝘯𝘳𝘢𝘺) 𝐦𝐩𝐫𝐞𝐠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora