Los lobos

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Conduje hasta llegar a Forks.

Iba conduciendo por la carretera de la reserva, cuando vi una cabeza de lobo asomar de los árboles.

Frené el coche y bajé. El lobo vino hacia mí.

De entre los árboles salieron más lobos.

Me asusté y no supe que hacer.

Cuando vi a un chico que salía de los árboles, retrocedí.

El chico me miró de arriba a abajo.

Los lobos se acercaron más, así que utilicé mi don.

Junté las manos y una corriente recorrió mi cuerpo.

Me puse en posición de ataque.

Un lobo de pelaje gris se me abalanzó encima.

Le puse la mano en el cuello y una corriente recorrió su cuerpo.

El lobo se apartó y sacudió la cabeza.

Los demás lobos sacudieron la cabeza.

Me subí al coche y salí de allí.

Cuando vi que los lobos no me seguían, fui a mi casa.

Estaba igual que la dejé. Aparqué el coche en el garaje y bajé.

Entré a la casa y decidí hacer una limpieza.

Tiré todo lo que no me hacia falta al patio trasero.

Cuando terminé, la casa parecía nueva. Salí al patio trasero y, sin que nadie me viera, hice que una llama de fuego saliera de mi dedo.

El montón de cosas empezó a arder. Cuando todo se quemó, lancé un chorro de agua con mi mano en el montón.

Entré en casa y fui a mi cuarto. Me senté en la cama y encendí el portátil.

Abrí Google y busqué información sobre los bosques de Forks.

Hice 'clic' en Wikipedia.

Ponía que los bosques de Forks tenían mucha vegetación y los animales que habitaban en ellos eran osos, ciervos, ardillas...

[...]

Pero no ponía nada de los enormes lobos que me atacaron. Apagué el ordenador y salí de casa.

Ya era de noche. La luna se alzaba en en el cielo nocturno.

Entré en el bosque y corrí a velocidad vampírica.

Me escondí detrás de un arbusto vigilando a un ciervo que bebía en el río.

Cuando el ciervo me vió, no pudo reaccionar. Le inqué los colmillos y me bebí su sangre. Cuando terminé, tiré el cuerpo sin vida al suelo.

Me levanté y escuché un crujido proveniente de los arbustos.

Me coloqué en posición de ataqué.

Caminé sigilosa hacia los arbustos.

Me detuve por un segundo, y luego me tiré encima del arbusto.

Sonó como si dos rocas chocaran entre ellas, eso significaba que era un vampiro lo que había en el arbusto.

Saqué al vampiro del arbusto y lo observé.

Era un chico de unos 17años,bastante guapo. Tenía el pelo color bronce, despeinado, ojos dorados, como los míos. Estaba fuerte, pero no exagerado.

-¿Por qué me espiabas?-pregunté.

-Estaba cazando-dijo.

Tenía la voz aterciopelada. Parecía un ángel.
"Céntrate Noemí"
¿Quién eres?
"Soy tu conciencia, tonta"
Oye, no me insultes que somos la misma persona.
"No te dejes engañar por su físico"
Vale, vale.

Mi nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora