Cap 21

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Narra Isabela.

Desperté a la mañana, me dolían los ojos, como no, si la pase toda la noche llorando, Julio no paró de llamar toda la noche, hasta las 3 donde mi celular o se quedó sin batería o el dejo de llamar. Me levanté de la cama sin muchas ganas, sabía que, si iba al colegio el estaría ahí y verlo sería desastroso, yo quería faltar, pero no podía, mi madre no me lo permitiría.

Me bañe y me puse lo primero que vi, que fueron unos vaqueros gastados, una remera negra y las converse del mismo color. Acomode mi mochila y agarre unos lentes oscuros de sol, me los puse y baje a la cocina. Sin decir una palabra entré, allí estaba mi madre y Sara, mi madre mientras tomaba un café leía el periódico y Sara como siempre hacía el desayuno.

-Creo que se saluda en las mañana -. dijo mi madre reprochándome.

-Hola -. dije fría sin mirar a ninguna de las dos mujeres.

Me acerqué al estante de arriba y de allí saqué un pequeño termo, lo lave y en él puse café, le puse la tapa y tomé un gran sorbo de café caliente.

-Me voy -. dije sin más y salí de la cocina antes de que mamá comenzará a reprocharme otra vez, no tenía ánimos de nada, no quería hablar con nadie, en este momento lo único que quería hacer era gritar y llorar con todas mis fuerzas, tenía un gran nudo en mi garganta y estómago y me sentía fatal.

Abrí la puerta de entrada y salí, la briza fría de la mañana chocó contra mi cara, lo cual me relajo muy bien. Acomode mis lentes y mi mochila y tomé otro sorbo de café, miro a la derecha e izquierda y comencé a caminar hacia la escuela, quería estar sola, caminar sola, necesitaba esto, sin más comencé a llorar, por suerte retuve el sonido en mi interior solo deje que las lágrimas salieran.

                                                                        (...)

-¡¡Isa, sal de ese baño, ya mismo!! -. grito Giu desde el otro lado de la puerta.

Que patética era, estaba sentada sobre el retrete de la escuela mis manos cubrían mi cara y lloraba como la tarada que era. Al parecer todo el llanto que solté anoche y hoy a la mañana no sirvió para aliviarme, todavía tenía más acumulado. Era verdad todo lo que decían, el primer amor siempre duele, el primer amor siempre se va a recordar y eso era lo que me pasaba a mí en este momento, lo recordaba a él, cada cosa que hicimos, cada risa que compartimos, cada beso, todo, como que si mi mente quería hacer más y más daño de lo que ya tenía acumulado en el corazón, dios porque eres tan injusto.

Además, el colmo es saber que él está en el mismo establecimiento, a solo metros de ti y que en la próxima hora estarás con él, haciendo que no pasó nada, que solo éramos alumna y profesor, mi profesor. Otra oleada de llanto ataco mis ojos y tuve que dejarlo salir.

-Isa, sal ya mismo -. pidió Giu, pero yo no la escuche, no quería verla, a nadie .

-Isa, no me hagas entrar -. gruño ella, escuche pasos, después una puerta abrirse y después cerrarse y al final, silencio.

Levanté la vista de mis manos y soñé mi nariz. Escuche arañazos y después Valen callo parada frente mío.

-Te dije que entraría -. dijo ella, se trepo la pared y salto por arriba.

-Estás loca -. dije entre lágrimas.

-Isabela -. dijo Giu con tono triste y me abrazo, comencé a llorar en su pecho, mientras que ella me abrazaba.

-Cuéntame todo lo que paso -. pregunto mientras acariciaba mi cabello.

En unos 15 minutos le conté todo lo ocurrido, no guarde ningún detalle, nada.

Mi alumna favorita (isulio) AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora