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S.G

La vida del estudiante de intercambio es dura. Muchas veces nos encariñamos demasiado con las personas y a la hora de despedirnos duele el doble. Decidir estudiar en otro país con un idioma totalmente diferente al que estas acostumbrado a oír y hablar es difícil.
Pero, cada uno tiene razones por la cual elegir irse a otro lugar.

Yo por ejemplo tomé la oportunidad de venir a Corea sin importar lo mucho que me costará el idioma, las costumbres, la educación y blah blah.
Se suponía que solo me quedaría un año pero finalmente me acostumbré y tengo una mejor vida aqui. Lo logré, salí de Latinoamérica jeje.

Actualmente tengo un departamento bastante cómodo para mi ya que vivo sola, trabajo en una cafetería no muy lejos de aqui y en general tengo todo muy cerca asi que eso de transportes públicos no son realmente necesarios para mi.

Lunes por la mañana, mi rutina es siempre la misma, bañarme, desayunar liviano y salir para empezar en la cafetería. Soy la encargada de abrir el local y atender a la gente que venga hasta las 9 am para luego ir al colegio y no llegar tarde.

Al no tener que usar uniforme para el colegio puedo vestirme de la manera que se me de la gana y la verdad soy una persona con bastante flojera y cuanto mas cómoda me vista mejor. Soy amante de lo básico.

Me aseguré de cerrar la puerta antes de bajar por el ascensor y dar por comienzo a mi semana.

Caminé sin prisa alguna hasta llegar a la cafetería. Busqué las llaves en mi mochila y abrí, cambié el cartel de "cerrado" por "abierto". Fui hasta la zona de empleados a dejar mis cosas y me quedé sentada detrás del mostrador.

De uno de los cajones saqué mi libreta junto a la lapicera. Oí la puerta abrirse y subí la mirada encontrándome con mi compañero de mañanas.

Hanbin:- Buenos días señorita. - sonrió dejando ver sus dientes perfectos. - Es un gran día para tomarse un café, ¿no crees?

Sol:- Lo es, asi que deberías poner en marcha las cafeteras. - le devolví la sonrisa. - Y buenos días para ti también.

En unos 10 minutos desde que abrí el local la gente comenzaba a llegar. Normalmente por las mañanas solían frecuentar oficinistas, ancianos y algún que otro estudiante. Es un horario tranquilo, a la tarde ya es otro mundo.

Hanbin:- Como se disfruta estar contigo en este horario querido solecito. - dejó un pedido sobre la barra y me apresure a tomarlo. - Lastima que me abandonas muy temprano y tengo que esperar al otro día para verte. - solté una risita mientras llevaba el pedido al cliente.

Hanbin es el primer amigo que hice en mi año de intercambio, no vamos al mismo colegio por lo que solo nos vemos en nuestro horario de trabajo y algún que otro fin de semana donde tengamos libre. Con su ayuda logré tener un coreano fluido y adaptarme a las formalidades.

Sol:- Deberías cambiarte de colegio para pasar mas tiempo conmigo. - apoyé mis manos en la barra y me senté. - Sería divertido.

Hanbin:- ¿En mi último año? Estas loca, seria un blanco fácil.

Sol:- Yo te protegería, no hay que temer. - saqué pecho intentando verme valiente.

Hanbin:- Con suerte puedes cuidarte a ti misma. - bufe. - No quisiera dañar tu reputación.

Sol:- ¿Cuál reputación? Desde que empecé aqui soy bastante invisible.

Hanbin:- Alex te ayudó bastante digamos... y yo claramente.- asentí.

Sol:- Todavía no se que hace con alguien como yo.

Hanbin:- Aigoo ahi tenemos a la Sole sad. Mejor anda a atender a aquellos estudiantes. - voltee a mirar a un grupo numeroso de chicos y me dirigí hacia ellos para tomar sus pedidos.

Mi sueño siempre fue tener un grupo de amigos asi de grande pero soy un poco tímida y por cosas del destino jamás logro conectar con alguien del todo. Pero algún día tendré un grupo de amigos.

Me alejé con los pedidos y ayudé a Hanbin a preparar las respectivas bebidas y sus aperitivos.
Miré unos segundos hacia la mesa de los muchachos y los encontré mirándome también. Ladee la cabeza con intriga y voltearon rápidamente hacia otro lado. Son adorables.

Fui llevando de a poco sus bebidas y noté cierto sonrojo en alguno de ellos, entiendo jeje debe ser vergonzoso que la persona que observas lo note.

Sol:- Disfruten y no duden en pedir lo que necesiten.  - dije antes de volver al mostrador.

Hanbin:- Creo que les gustas. - dijo cuando llegué a su lado.

Sol:- No lo creo, esas miradas no son de atracción. - miré hacia ellos mientras reían y bromeaban entre sí. - ¿Deberíamos formar un grupo asi de amigos?

Hanbin:- Con mi solecito a mi lado no necesito de nadie más. - revolvió mi cabello. - Ve por tus cosas, ya casi es hora de que te vayas, pronto llegará quien tome tu lugar. Me caes mejor tu pero bueno, compañeros son compañeros.

Sol:- No me extrañes. - le guiñe el ojo antes de ir por mis cosas.

Teniendo todo lo mío volví a saludar a Hanbin quien les cobraba a los muchachos y salí de la cafetería.
Miré la hora en mi celular y empecé a caminar más despacio, a este paso llegaría temprano y no quiero esperar a que abran el colegio. La gente se acumula en la entrada y es sofocante.

Escuche varios pasos detrás mia y pronto unos cuantos de ellos me superaron ya que empezaron a correr. Si mal no conté eran como 8 chicos y todos parecían de diferentes edades.
El semáforo cambió y uno de ellos quedó en el medio, todo fue demasiado rápido y corrí a empujarlo y caímos ambos del lado de la acera.
Seguí con la mirada al auto que iba a toda velocidad y ni siquiera pensó en detenerse.

Sol:- Ten más cuidado, las avenidas asi suelen ser peligrosas. - me levanté y me sacudí antes de tenderle la mano al chico.

×××:- Gracias... - tomó mi mano levantándose del suelo.

Los demás rápidamente se acercaron a él y lo rodearon preguntándole si se encontraba bien.
Tomé mi mochila del suelo y comencé a caminar nuevamente.

×××:- ¡Oye! - un grito llamó mi atención.

Sol:- ¿Si?

×××:- Lamento este incidente. - dijo el que parecía mas grande de todos ellos... y el que casi atropellan.

Sol:- No pasa nada mientras nadie salga herido, tengan mas cuidado. - hice una mini reverencia y volví a retomar mi camino.

Be Who - Bang ChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora